1. Mi placer culpable


    Fecha: 10/05/2021, Categorías: Intercambios Tus Relatos Autor: Jemito, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    Dentro de nuestro camino recorrido en el mundo swinger y ya decididos a que los tríos HMH eran lo nuestro, Eduardo me hace una nueva propuesta que no dejaría de sorprenderme. Ya esa frase “Te tengo una propuesta”, hacía que se me pusiera la piel de gallina y mi corazón latiera a mil por horas.
    Un fin de semana bebiendo unos tragos y mientras comentábamos sobre unos amigos que se encontraban a punto de separarse ya que sentían que su vida se había enfriado, Eduardo me dice. “Ale, te tengo una propuesta”, ¿te tinca un fin de semana de libertad sexual para cada uno?
    Una vez más Eduardo no dejaba de sorprenderme con sus propuestas, aunque extrañas, no dejaban de ser excitantes.
    ¿Cómo es eso? le pregunté. Si, te escuchaba contarme lo de tu amiga y pensé, porque nosotros no darnos la oportunidad de una infidelidad permitida, donde nadie sienta culpabilidad y cuando el que haya salido le comenté al otro que sucedió, como lo paso, etc. 
    Al principio debo reconocer que rechace la propuesta, casi una oferta sexual. Lo encontré incluso absurda, porque en esto siempre dijimos que estaríamos ambos y no por separado, pero Eduardo arremetió diciéndome que igual estaríamos juntos en estos, porque seria algo planeado por ambos y no algo individual, salvo el momento sexual. Solo callé, no quise responder nada, pero la idea recorría mi mente día a día. La propuesta no dejaba de ser excitante. No me sentiría observada, podría hacer muchas cosas que por respeto a Eduardo me privaba de hacer. ...
    ... Pero ese día preferí callar.
    Pasaron las semanas y del tema no se volvió hablar, Eduardo siempre respetaba mi silencio para así no incomodarme. 
    Nos encontrábamos viendo los mensajes de invitación a encuentros que nos llegaban cuando uno me llamó la atención, vi su foto, y el tipo era alguien atractivo para mí, se veía bien dotado y además al momento de hablar con él se notaba que era alguien respetuoso y que sabia tratar a una mujer.
    Miré a Eduardo y le dije, ¿Aun sigue tu propuesta? ¿Cuál me respondió? Tenía muy claro que él sabía a qué me refería y que se hacia el desentendido y le dije, la del fin de semana de libertad, Si, ¿Por qué? Porque este tipo me tinca para hacer algo.
    Eduardo sonríe y me dice ¿de verdad lo harías? Lo miré y le dije, fue tu propuesta y si aun la mantienes deseo ver que se siente. Eduardo sonriente me dice, de todas maneras, pero hay una condición, quiero saber cada detalle, sin omitir nada, absolutamente nada. Es lo justo le dije, y así será.
    Ahora venia como plantearle al tercero esta idea nuestra, de una cita a solas donde Eduardo no estuviera presente. ¿Estará de acuerdo? Pero en fin era una jugada que había que hacer y la opción era un si o un no.
    Eduardo me propuso, él planteárselo, a lo que yo accedí. Me dijo dame un día, y lo tendré a tus pies. 
    Al otro día Eduardo me llama y me dice, ya está listo, te espera en la plaza de viña a las 21:00 horas. Tienes 3 horas. Me dijo yo llegaré más tarde hoy así que baja tranquila y no me esperes. ...
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