Mi placer culpable
Fecha: 10/05/2021,
Categorías:
Intercambios
Tus Relatos
Autor: Jemito, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... Debo reconocer que sentí un atisbo de celos de su parte, pero la propuesta nació de él y yo solo me dejé llevar.
Me arreglé recordando esos momentos cuando pololeábamos con Eduardo y me llamaba para invitarme a un lugar. Igual estaba muy nerviosa, hacia mucho tiempo no tenia una cita a ciegas con un hombre desconocido. Muchas preguntas se venían a mi mente ¿Cómo será? ¿me tratará bien? ¿Me hará gozar? ¿me sentiré culpable de hacerlo? ¿Estaré bien en esto? Pero ya estaba ahí, camino a mi cita, y no había vuelta atrás.
Thomas me esperaba en el tercer banco de la plaza a un costado de la pileta ya que era lo que habíamos acordado, como yo, se notaba algo nervioso. Me saluda de beso en la cara y miraba hacia todas partes, a lo que yo le digo, tranquilo, si de verdad vine sola.
ÉL sonríe y me dice, te gustaría ir a beber algo, para así conocernos un poco mejor y romper el hielo, a lo que yo accedí. Fuimos a un bar, él pidió champagne y una mesa separada de las demás, para estar mas tranquilo me dijo. Thomas resulto más agradable de lo que yo pensaba, me hizo reír con sus historias de vida. En momentos sus manos se dejaban escapar hacia mis piernas por debajo de la mesa, como si fuera de forma accidental. Yo hacía como que no me daba cuenta y me dejaba seducir. Así estuvimos como una hora entre conversación y manoseos suaves, cuando me dice vamos. En mi mente fue, “menos mal que lo propusiste”. Esa extraña sensación de deseos no me dejaba tranquila, ya no pensaba en Eduardo, ...
... sabía que, si de él había nacido la idea, estaría tranquilo y ansioso esperando para que yo le contara todo, solo pensaba en el momento que viviría. Esa sensación adrenalínica no me dejaba tranquila. ¡Vamos le respondí!
La invitación era a un motel muy elegante en Con Con, pero antes mientras íbamos en su auto se detiene en las dunas y me dice ¿Alguna vez has hecho algo en un auto? No le respondí. Se detuvo en un lugar oscuro y se cambio al asiento de atrás donde yo iba sentada, encendió un cigarrillo y cuando lo termino empezó a besarme y a manosear mis senos, mis piernas mis nalgas. Yo solo cerré mis ojos y deje que sus manos y lengua recorrieran mi cuerpo, que ya en esos momentos no daba más de excitación Mi corazón palpitaba cada vez con mayor intensidad y solo me deje llevar por sus caricias y besos. Sin penetración logro hacerme acabar y fue una sensación muy extraña y placentera. Volvió a su lugar y nos dirigimos al motel, el cual no quedaba tan lejos de donde estábamos. Entramos y nos sentamos sobre la cama, comence a comérmelo a besos y tocar sus pectorales, ya no sentía temor ni vergüenza, quería hacerlo mío. Desabroché su camisa para así dejar ver su pecho musculoso. Abrí mis piernas para que él con sus manos me manoseara como quisiera, mientras yo le tocaba su pene por sobre el pantalón. Con voz sensual, dije “lo tienes duro” y él bajo su cremallera. Entendí el juego y bajé mi cara hacia su pene y le empecé a hacerle sexo oral, tenía el tamaño ideal y un rico aroma, ...