De Sof a Intercambio - Relatos Eróticos

De Sof a Intercambio

Cuando decidimos iniciarnos en esto, partimos mostrándonos por cámara y haciendo videollamadas ya sea con otras parejas o con terceros solos. Pero queríamos experimentar algo real y dejar ya lo virtual de lado. Es ahí que con Eduardo decidimos conocer más sobre el mundo swinger. Fue así que tomamos la iniciativa de colocar un anuncio en una página de citas donde aclarábamos que deseábamos hacer un sof, ya que éramos novatos y no estábamos preparados para algo más avanzado.
¿Pero que era un sof para nosotros? Sabíamos que compartiríamos una cama con otra pareja y lo más osado que llegaríamos a hacer sería dejarme tocar por el hombre y que Eduardo tocara a la mujer. 
 Reconozco que había mucho temor e inseguridad en nosotros, ¿Seríamos capaces de dejar nuestros celos de lado?, ya que jamás habíamos vivido una experiencia tan fuerte. Eduardo estaba más acostumbrado a interactuar con otras mujeres, pero en mi caso él había sido el único hombre con quien había estado sexualmente.
Sentía que el amor que teníamos el uno por él otro no me dejaría compartirlo y menos frente a mis ojos siendo yo testigo de lo que luego llamaríamos una infidelidad permitida.
Pero quería vivir experiencias diferentes y para ello mentalmente me había preparado.
Nos llegaron muchos ofrecimientos, de todo tipo. ¿Cómo elegir la pareja adecuada? ¿Qué estábamos dispuesto a ofrecer? Eran preguntas que me hacía cuando leíamos cada mensaje que nos llegaba.
Dejé que Eduardo fuera quien tomara la iniciativa y ...

... decidiera que pareja sería la más adecuada para nuestra primera vez.
Solo pusimos una condición, ambos debían ser 100% heterosexuales y en eso no transaríamos.
Felipe y Alexia, una pareja cercana a nuestra edad, fue la elegida, ya que se veía que tenían experiencia y en todo momento fueron muy respetuoso y a la vez nos fueron guiando cuando nos comunicábamos y preparábamos nuestra junta.
Conversamos  varios días  antes que ellos nos preguntaron si nos sentíamos preparados para juntarnos ese fin de semana, a lo cual accedimos porque tampoco la idea era  mantener una charla interminable que obviamente no nos llevaría a dar ese paso tan importante que habíamos decidido dar.
Ella era de contextura delgada, casi de mi altura , ojos color café, pelo rubio, él más alto que Eduardo, delgado también y una barba muy bien tratada.
Nos juntaríamos en la plaza de nuestra ciudad como las 10 de la noche, ellos pasarían en su vehículo a buscarnos y el compromiso era que cuando termináramos el encuentro nos dejarían donde mismo nos habían tomado.
No niego que estuve muy ansiosa toda esa semana, me probaba diferentes tipos de vestuarios y ropa interior y nada me gustaba, quizás por los nervios, incluso hubo noches que ni si quiera dormí pensando como seria ese primer encuentro.
Muchas cosas pasaban por mi mente ¿y si estando ahí, me arrepentía? ¿Qué le diría a Eduardo? ¿Cómo se lo plantearía a la pareja? Que al igual que nosotros se había tomado su tiempo y realizados preparativos para ...