MI EXPERIECIA COMO CUCKOLD - Relatos Eróticos

MI EXPERIECIA COMO CUCKOLD

Ya nuestro camino en el mundo swingers iba muy avanzado a pesar de que nuestra opción no era el intercambio de parejas, nos inclinamos por los tríos HMH. Fue el formato que más nos acomodó y con el cual la pasábamos genial.
Siempre conversábamos sobre nuestra experiencia en los tríos realizados y buscábamos que más poder hacer. En eso estábamos cuando, decido hacerle una propuesta arriesgada a Alejandra, quiero saber, estar, ver, pero no participar. Alejandra me mira sorprendida y me pide que le explique lo que le había dicho, la verdad no había sido muy claro, solo lo hice para llamar su atención. Quiero ser un Cuckold, Pero ¿qué es eso? Preguntó nuevamente Alejandra. Le explique que cuckold, era la traducción al inglés de Cornudo.
Me miro muy extrañada y sorprendía y me pregunto incluso que, si ya no lo estaba pasando bien en nuestros juegos, le dije que sí, que lo disfrutaba mucho, pero que en mi mente y mis fantasías me calentaba mucho el pensarla sola con otro hombre, verla y sentirla gozar era algo que siempre pasaba por mi mente
La posibilidad de que ella cogiera con un desconocido mientras yo la observaba, sin intervenir, me ponía tremendamente caliente. La cosa es que tanto va el cántaro a la fuente que al final, terminé convenciéndola de conocer a un tercero y ver qué pasaba, ella accedió, pero diciéndome que solamente iría a tomar un café y conversar un poco sobre la fantasía pero que no haría absolutamente nada más…
Mi misión era encontrar el tercero adecuado ...

... y para eso preferí contactar a los que ya habíamos compartido y teníamos cierto grado de confianza.
Un viernes por la tarde, le mande un mensaje a Alejandra diciéndole que se pusiera algo sexy que esta noche iríamos a tomar un café con el supuesto candidato para nuestra fantasía, ella se encargó de recordarme que no iba a pasar nada y que era solamente un café…
Al llegar a buscarla, la encontré arreglada, llevaba una mini ajustada, una blusa transparente  muy escotada y unos tacos altos que hacían resaltar su figura.
Ella no sabía que el tercero escogido para la ocasión era con quien se había sentido mejor en nuestros encuentros y quien más la había hecho gozar.
Cuando me pregunto ¿quién era el candidato?, solo le exclame que era una sorpresa y que no se arrepentiría.
Llegamos primeros al café, elegimos las mesas de afuera para fumar y porque había menos gente y así podíamos hablar más tranquilos. Nos sentamos en una mesa de 4 pero ella y yo enfrentados. A los 5 minutos llegó el invitado.
AL verlo ella me miró y sonrió, sin decirme absolutamente nada.
La charla se fue desarrollando normal, cuando tocó hablar del motivo que nos reunía le contamos nuestras fantasías aclarando mi mujer que eran solamente eso, fantasías, que ella no pensaba llevarlas adelante y que accedió a venir a tomar un café esa noche para darme el gusto a mí solamente; -“vaya”- pensé yo, -“que manera de enfriar la noche”-, pero él solo la miraba divertido, seguimos conversando un poco más del tema y ...