MI EXPERIECIA COMO CUCKOLD - Relatos Eróticos

MI EXPERIECIA COMO CUCKOLD

... después la conversación se desvió por otros rumbos hasta que yo, al ver que no había posibilidades de avanzar más propuse terminar la reunión, dije que iba al baño y al volver los encontré charlando  y riendo muy animadamente pero de temas triviales, lo que me motivo a nuevamente plantearle a mi mujer si quería ayudarme a concretar mi fantasía, me miro y me dijo “ Eres astuto”, bueno, pero, ¿él está de acuerdo?, Si y dispuesto a hacerlo hoy si tu aceptas, bueno, vamos, pero a un lugar donde tú puedas estar en otra habitación y no te quedes fuera.
Decidimos irnos en nuestro auto, y le pedí a Alejandra que se sentara en el asiento trasero con nuestro tercero escogido. Íbamos rumbo al motel ellos conversando muy animadamente cuando se produce un silencio, miro por el espejo retrovisor vi como él le había arrancado un beso, lo cual Alejandra respondió. Ya con mi mujer totalmente entregada a las caricias y besos de nuestro invitado, él la besaba apasionadamente, comencé a escuchar sus cortos gemidos, había metido la mano por entre su blusa y le estaba acariciando los pezones, bajaba y se los chupaba y volvía a besarla. No me perdía detalle mirando por el espejo retrovisor. Eso me llevaba muy caliente.
Mi corazón empezaba a latir cada vez más rápido, como sintiéndome culpable de lo que estaba viendo y escuchando, pero, a la vez, me excitaba mucho saber que mi mujer era de otro delante de mí.
Disminuí la marcha para darles tiempo a seguir jugando. Él no paraba de besarla y ...

... manosearla.
Alejandra abre sus piernas para que no solamente sus senos fueran acariciados, sino, también su vagina, a lo que el tercero se percató y comenzó a masturbarla.
Los gemidos de Alejandra eran cada vez más intensos y la sentí entregada al placer totalmente.
ÉL saca su pene y ella empezó a hacerle sexo oral hasta hacerlo acabar.
Fue una experiencia maravillosa lo vivido en el transcurso al motel y faltaba lo que ahí sucedería.

   El lugar escogido fue un motel que contaba con una sala de estar y la cama se encontraba cubierta con una cortina transparente. Para que no fuera algo tan frio, pedimos unos tragos y nos pusimos a conversar los tres .La charla se fue desarrollando normal y muy relajada, hasta que un nuevo beso me indicaba que era el momento de tomar lugar en la sala y solo observar lo que sucediera atreves de un espejo que daba a la cama. Él se desabrochó el pantalón, escuché el ruido de su cierre, y sacó su verga, no llegué a verla, pero si vi la cara de mi mujer que la miraba y observaba como lo masturbaba y agachaba su cabeza para hacerle sexo oral. Ella ya se había quitado su ropa y solo había quedado en ropa interior. Podía ver como la tocaba y sentir como ella exhalaba unos tímidos gemidos. Mi mujer lo miraba y me miraba a mí por el espejo, al menos es lo que yo creo.
La tiende en la cama y le comienza a hacer sexo oral, ella con sus ojos cerrados y muy excitada, gemía y abría más sus piernas para sentir muy profundamente su lengua.  ÉL sacó un ...