Carlos
Fecha: 12/05/2021,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Oriana Molinari, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Hola, me presento. Mi nombre es Oriana, soy de Buenos Aires y les comparto mi primer relato.
Hace pocos años, tenía 19 en ese momento, yo trabajaba en la Ciudad Autónoma y debía tomar un tren y luego caminar pocas cuadras para llegar a la oficina. Casi siempre coincidía en ese trayecto con un chico más grande que yo, que subía en la misma estación y trabajaba en un edificio cercano al mío. Se llamaba Carlos y a veces conversábamos sobre generalidades si nos tocaba estar cerca en el tren. Digo estar cerca porque costaba mucho subir y luego al llegar a Liniers la gente baja en manada y te llevan de un lado a otro. Me resultaba muy simpático y era muy inteligente en sus comentarios (casi siempre algo cómicos).
Un día que el servicio andaba mal (que raro) y el tren venía muy lleno de gente, practicamente me tuvo que empujar para que podamos subirnos. Ël quedo atrás mío, ambos aprisionados por todos lados así que para hablar yo tenía que tirar mi cabeza un poco hacia atrás y el practicamente me hablaba al oido.
Era notorio su incomodidad al estar practicamente apoyando todo su cuerpo contra mi, pero era inevitable que nos rozáramos. Casi a la mitad del viaje noté que ya no evitaba el contacto, que su mano casi abrazaba mi cintura y que hablaba a mi oido en susurros.
Que lindo perfume llevaba!! y su barba de pocos días raspaba mi orejita haciéndome sentir algo exitada.
Yo había tenido muy pocas experiencias sexuales, estaba de novia con Raúl que era mi compañero de ...
... sucundaria y la verdad es que nuestro sexo era muy normal. Sólo lo hacíamos de vez en cuando en su casa cuando sus padres no estaban.
Pero esa mañana se estaban despertando muchos sentidos en mi, me sorprendí cuando noté que doblaba mi cintura para que mi culito se pegara mucho más a su cuerpo. Que estoy haciendo? Que busco?!!
Su brazo ya estaba rodeando mi cuerpo y su mano apoyada en mi vientre, mi rubor no se podía disimular. No es que no supiera que mi cuerpo moldeado durante años en hockey llamaba la atención y hacía que los hombres se volvieran cuando pasaba. Mis compañeras siempre decían que con mis pechos, mi cinturita y mi cola podía ser una excelente escort. Mi 1.70 mts de altura y mi largo pelo rubio ayudaba a que mi figura se viera muy bonita.
En un momento Carlos me aprieta un poco más contra él y susurrando en mi oido me dice:
Me gustaría llegar tarde al trabajo...
Lo miré sobre mi hombro, sólo sonreí y me pegué aún más a él. Había decidido hacía un buen rato cruzar la raya...
Llegamos al final del viaje en Once y con toda naturalidad me toma de la mano y se dirige a una salida lateral que no era la que usábamos habitualmente. Yo estaba flotando, lo seguía sin dudar.
Ya en la una calle poco transitada se paró, me miró y me dío un beso profundo
Hace mucho que deseaba esto
No se que hago acá Carlos, siento que no está bien. Le respondí casi como una justificación hacia mí misma
Casi sin darme cuenta entramos a un hotel alojamiento muy discreto, casi imperceptible. ...