Los herma-novios
Fecha: 21/01/2018,
Categorías:
Anal
Autor: Calentonito, Fuente: CuentoRelatos
... semana podemos convertirnos en herma-novios.
-y qué significa eso?
Que seremos un poco hermanos y un poco novios. comenzó a reírse.
-De verdad, si te refieres a los besos, yo no sentí asco, al contrario, me gustaron, le dije.
Bueno me gustaron también a mí. Que loca la idea de ser novios. Pero también somos hermanos.
Me acerqué, y le dije que estaba muy bonita con ese jogging que llevaba puesto.
Es hora de regresar a las tiendas.
Dejé que se me adelantara un poco y observé su cola turgente bamboleante y comencé a tener una erección.
Me he vuelto un degenerado. La quiero poseer.
En pocos minutos tenía que ser mía. Debía ser mía.
Llegamos al campamento y comenzamos a hablar de diversos temas.
Entonces en un momento dado le volví a plantear lo de ser hermanovios.
Y tanto insistir, accedió a jugar.
Comenzamos con caricias en las manos, en la cara y pasamos a los besos fogosos, apasionados.
Luego llevé mis manos lentamente a su culo, comencé a pellizcarlo, a amasarlo con mis manos.
-Que puerquito que eres Rodrigo.
Después empecé a besar su cuello, le quité el buzo y el corpiño y empecé a chuparle las tetas.
Estuve un buen rato succionando de su pezón.
Bajé mi mano hasta su pubis, y comprobé que estaba mojada, excitada, ardiente de deseo.
-Pero es que no podemos seguir, no tienes preservativo.
-Ana no me podés dejar así.
Siente mi miembro.
Lo agarró y comenzó a jalarlo.
Tienes razón no puedo dejarte así.
Bajó ...
... hasta mi cintura, y comenzó a darme besitos en la punta de la polla, luego me guiñó el ojo y comenzó con una mamada.
-Te gusta que te haga esto, Rodri.
-Si, sí Anita. Sí.
Después quiero que me lo hagas a mí.
Estaba a punto de explotar.
El sólo hecho de ver a mi hermana de rodillas, con esos hermosos ojos verdes.
Con su boca en mi pito y atragantándose por momentos era una visión surrealista.
-Me vengo Ana, me vengo, no puedo más.
-Ana Ah ah
Lejos de soltarme me apretó más con su mano y le eyaculé en su boca.
Escupió un poco el semen y me dijo ahora te toca a tí.
Se hecho hacia atrás, le quité el pantalón y las bragas y comencé a lamerle la conchita.
Suavemente, mientras que con mi mano acariciaba su clítoris.
-Ah ah me gusta me gusta.
-Más así hermanito así.
Estuve unos diez minutos y se vino con un grito de placer conmovedor.
Besame otra vez Rodrigo.
Sus pedidos son ordenes su alteza.
Nuestras bocas se fusionaron en un beso húmedo y al poco tiempo comencé a excitarme otra vez.
Dejame un ratito entrar adentro tuyo le supliqué.
-Es que como te dije no tienes protección.
-Pero te prometo que no te termino dentro.
-Hagamos otra cosa, si quieres te presto un ratito mi trasero.
Creí infartarme ante ese pedido.
Pero despacito, vale.
Con saliva me froté el glande, la puse en cuatro patas y le acerque mi pene erecto a su ano.
Estaba muy caliente, la penetré despacito ante gemidos ahogados de placer. Con mis ...