MAGGIE II - Relatos Eróticos

MAGGIE II

... totalmente,en blanco.Su cuerpo se agita y rebota contra los 2 pedazos que entran y salen sin parar de su cuerpo.Imposible saber quién grita,quien gruñe,quien jadea.Los cuerpos tiemblan,convulsionan,se tensan y se aflojan para volver a tensarse.Son abundantes los jugos que corren,generosos,por los muslos de mi madre,cada vez que Octavio empuja su,gordo,miembro dentro de su vagina, mientras su cuerpo me recuerda una marioneta que vi una vez en la escuela.
Mi cuerpo se pone rígido,una vez más,y siento aumentar el pegote entre mis muslos.Como puedo,me retiro gateando hacia atrás y abandono la biblioteca.Una vez afuera,con bastante dificultad,me pongo de pie para,descubrir que ,apenas,me sostengo.Sin dudarlo me dirijo a mi habitacion,lleno la tina de mi baño y me sumerjo buscando una paz necesaria y urgente para mi cuerpo afiebrado,aunque,lo correcto sería decir que el centro de la fiebre esta entre medio de mis piernas.La imagen del miembro duro,tieso del hombre se resiste a abandonar mi mente.-
Al llegar la noche mi situación no,sólo,no cambia,sino que empeora.No consigo mantener mis ojos cerrados sin que la presencia del pedazo de carne martillando los labios vaginales de mi madre se adueñen de mi mente.Mi cuerpo,desnudo,se retuerce,se ondula.
Empujó mis dedos,pero,la satisfacción plena no llega.La mañana llega en mi auxilio.Bajo a desayunar en el momento en que mi madre le comenta a Karen que,al no haber dispuesto quedarnos tantos días,necesita ir hasta casa a traer algunas ...

... mudas de ropa necesaria y de paso ver que todo este en orden.Como siempre lo ha demostrado,Don Octavio,gentilmente, le dice a su esposa que debería acompañar a mi madre,que ocupe a uno de los empleados para que las lleve y las regrese.Karen asiente entusiasmada,de igual modo mi madre acepta la sugerencia y minutos después,ambas,se despiden y parten.-
Don Octavio,preocupado porque no me aburra,me invita a conocer lugares de la casa que,aún,no conozco.La invitación logra interesarme,tal vez,así logre desalojar de mi mente un cilindro duro y,levemente,obscuro que se ha apoderado de mi cabeza.Bajamos unas escaleras que nos depositan en un amplísimo y luminoso ambiente.Puedo observar un par de pantallas para play,una extensa barra de bar acompañada por una generosa y fina estantería cubierta de copas,vasos y botellas de gran variedad de tamaños y colores.El centro de la estancia está ocupado por 3 mesas de pool.Me pregunta si sé jugar.Le respondo que he visto,pero,jamás he jugado.Como era de esperar de su amabilidad,se ofrece a enseñarme.Realmente,la idea no me entusiasma demasiado,pero,considero una descortesia,negarme,a su gentileza.
Asiento con la cabeza y,el,toma un"taco",
así llaman a la especie de lanza de madera con la que debo impactar las   bolas de diferentes colores que se desparraman sobre el suave y verde paño que cubre,toda,la mesa.-
Inclina su corpachon sobre el borde y me muestra como debo tomar el taco.Me invita a intentarlo,y yo,tomo torpemente,la varilla.Al ...