Mi vecino en el hotel me ayuda con mi problema.
Fecha: 22/01/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Por fin llegamos al Hotel después de varias horas de vuelo y escalas. Mi marido y yo estábamos cansados, pero el hecho de estar en Cancún sin los niños como regalo de aniversario era reconfortante y prometedor, el viaje por si solo anunciaba relajación y sobre todo mucho sexo, algo que tanto a él como a mi nos motivaba.
Entramos en la habitación que estaba en el sexto piso, nos dimos una ducha y salimos por algo para cenar y a caminar un poco. Cuando volvimos no pudimos hacer más que dormir, estábamos exhaustos por el viaje. Al día siguiente nos levantamos muy temprano ya que teníamos programado un paseo a los famosos cenotes, pasamos todo el día allá. De nuevo cuando estuvimos de regreso fuimos a cenar y volvimos al hotel, yo estaba muy cansada pero también muy caliente y esa noche quería sexo aunque fuera un rapidín, así que me metí a la ducha para estar fresca para mi marido, y mi gran sorpresa es que el ya estaba dormido cuando salí del baño, no quería quedarme con las ganas, lo moví y le hablé:
- Mi amor, despierta... ven mira...- quitándome la toalla.
- Hhhhmmmm. -
- Ven, quiero que me la metas, mira estoy recién depilada mi amor, como te gusta.-
- Hhhhmmmm, mañana. Ya duérmete. -
La verdad me decepcioné pero no podía hacer más, me acosté y me dormí con mi panochita muy húmeda.
Amanece y nos preparamos para desayunar y pasar el día en la playa y la piscina del hotel, me pongo un bikini de 2 piezas muy bonito que deja apreciar muy bien mis ...
... atributos, mi piel blanca y cabello negro son realzados por el turquesa de mi atuendo. Es un día agradable para estar en el agua y tomando el sol, de vez en cuando me acercaba al bar y pedía algún trago para refrescarme, al contrario de mi marido que no dejó de beber. Más tarde, después de comer, subimos a la habitación, no sin antes comprar unas cervezas y una botella de tequila, mi marido ya había agarrado ritmo y no iba dejar de beber. En una rato nos iríamos a un antro así que pensé que podríamos aprovechar para cojer antes de arreglarnos para nuestra noche, pero de nuevo me equivoqué, mi marido salio al balcón a beber, yo ya no sabia sabia si estaba más enojada o caliente. Salí con el y lo acompañe con una cerveza, y para mi sorpresa ya había hecho amistad con el vecino, un señor mayor de 62 años estaba en el balcón contiguo y le aceptaba cervezas a mi esposo, se reían y hablaban de un sin fin de cosas sin importancia. El hombre, quien dijo llamarse Raúl, estaba ahí acompañando a su nieto y un amigo de él, dijo que su nieto era un joven de 18 años algo alocado y que su padre le pidió a el que fuera para "cuidarlo", el había enviudado hacia 4 años y su familia creía que el necesitaba salir y distraerse, en fin, así terminó en Cancún en una habitación de hotel prácticamente sólo, ya que el nieto casi nunca se aparecía por ahí. Él era un hombre alto de mas o menos 1.80 metros y algo robusto, con algo de panza, admito que no era feo, seguro en sus años dorados fue muy guapo. Yo podía ...