Alejandra y el mecánico - Relatos Eróticos

Alejandra y el mecánico

... punto de llegar a una cuadra de su casa, salió un Tipo de entre las sombras de un árbol, se acercó a ella a unos 3 metros, cuando se dio cuenta que era don Chucho, su miedo se elevó aún más, pero sin tiempo para reaccionar, don Chucho la agarró de la cintura con sus manos para tratarla de cargar, cosa que Alejandra impidió moviéndose lo mas que pudo, se safó y trató de correr pero se tropezó con los tacones que traía, cuando sintió la mano de don Chucho en su cabello, pues la tomó de ahí para arrastrarla hasta su carro que estaba estacionado metro atrás, la muchacha se deslizaba por la calle, ya que no podía hacer nada para salirse, don Chucho la tenía de las greñas, cuando llegaron a su auto, don Chucho abrió la puerta tratando de meterla, pero al ver que la joven iba a hacer un escándalo adentro, le metió un gancho al hígado para tratar de que Alejandra se calmara, cosa que le sacó el aire a la jovencita, posteriormente la metió tres golpes en su estomago y la agarró a patadas en plena calle, esto para suavizar a su víctima.

La subió sin problemas al auto y de ahí emprendieron partida a su taller, llegando, don Chucho abrió la puerta y sacó a Alejandra de los pies casi desmayada, ella, recobró la conciencia y trató de gritar, pero don Chucho la calló con con derechazo, sus nudillos se marcaron en el bello rostro de la joven, lo que la tambaleó por el piso -Así te quería agarrar pinche mocosa- dijo don Chucho -Por favor no me haga nada-contestó Alejandra con su mejilla ...

... marcada.

Don Chucho le contestó -Así como vistes solo estás buscando que te cojan y adivina lo que voy a hacerte- Alejandra horrorizada trataba de ponerse de pie, pero don Chucho la agarró y la lanzó a una mesa, Alejandra calló de boca mientras don chucho levantaba su falda para ver su perfecto trasero adornado de una tanga de encaje -Uff pinche puta, todos los días te he espiado y siempre se me para el verte correr con esos ajústanos mallones que siempre llevas- don Chucho agarró de la greñas a la joven y azotó su rostro contra la mesa, mientras ella balbuceaba- por favor déjeme tranquila, no le diré a nadie- dijo-claro que no le dirás a nadie porque si lo haces voy y te mato- don Chucho procedió a abusar del cuerpo de Alejandra, y con la falda que traía le facilitaba mucho el trabajo, le desabrochó la chaqueta y quitándole la playera que traía dejándola en su bra negro, la joven no tenía mucha fuerza para luchar, pero pudo forcejear un poco, aunque todo fue en vano, pues don Chucho era mucho más fuerte que ella.

La joven estaba desesperada, y don Chucho empezaba a tocarla bruscamente, las sucias manos de las que se quejaba siempre, estaban recorriendo su cuerpo, a Alejandra se le salían las lágrimas de los ojos y don Chucho no paraba de besarla en todos lados hasta que llego a sus pechos, ahí le quitó el brassier a Alejandra dejando sus hermosos senos al aire, don Chucho se abalanzó a ellos como un becerro recién nacido, mordiéndolos y amasándolos con sus manos duras y ...