1. Mi hermanastro y yo (Cuarta parte)


    Fecha: 26/01/2018, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Misaki-chan, Fuente: CuentoRelatos

    ... algo tan... peligrosa y deliciosamente excitante.
    
    Me puso sobre su escritorio, bajó a pasarle la lengua a mi vagina y siguió penetrándome más y más mientras me mordía ligeramente el cuello, las clavículas y mis pezones, yo hacía lo mismo, pero sí dejándole unas que otras marcas de mordidas a lo que se quejaba al día siguiente, pero que en ese momento no le importaba más que solo saciarnos la sed de lujuria, metía y sacaba su pene como un experto y yo le arañaba la espalda o le jalaba el cabello de lo rico que se sentía. Después me puse en cuatro y nuevamente me penetró de un solo golpe, ya sentía que me iba a partir en dos, y parecía como que cada vez iba aumentando el grosor de su pene, señal de que ya casi iba a acabar.
    
    -Uuuuy harmentido, qué grande lo tienes... quiero que me termines en la cara, ¿siiii?
    
    -¿Eso es lo que quieres? Pues lo tendrás.
    
    -Siiiii hermanito, quiero recibir todo ese semen tuyo en mi cara para después llevármelo a la boca y tragármelo completito, no quiero desperdiciar nada.
    
    -Pues ya estate preparada que ya estoy a punto... oooh siiiiii... date la vuelta y recibe tu deliciosa lechita... -me di la vuelta y quedé justo de frente de su pene que ya estaba tan rojo he hinchado por la faena y recibí su semen con la lengua afuera, eran chorros que caían sobre mi cara ...
    ... cubriéndome completamente y unos que otros en la lengua, una vez que terminó de eyacular metí su pene en la boca para absorber todo el semen que se pudo haber quedado dentro haciendo que Sebas retorciera sus ojos (sabía que lo disfrutaba un montón) y finalmente con mis dedos llevé todo lo que había caído en mi cara a la boca saboreando más su virilidad.
    
    -Eres completamente mía, ¿me oíste?
    
    -Sí hermanito toda tuya, junto a esta boquita y esta vagina que te vuelve loco.
    
    -Y de nadie más -nos besamos profundamente... abrimos las ventanas para que se fuera el olor a sexo intenso, nos fuimos a duchar y a vestirnos rápidamente, Sebas prendió su laptop y sacó unos apuntes por si nuestro padres decidían chequear cómo íbamos, y dicho y hecho... mamá se acercó a preguntarnos si queríamos algún refrigerio, cosa que negamos y cuando se fue nos reímos un poco.
    
    Después de esto, repetimos unas cuantas veces más ya que nuestros padres aún estaban en la ciudad hasta que se fueron y volvimos a nuestra rutina de siempre; visitándome en la oficina y en la casa darnos muchos cariñitos y mucho placer.
    
    (Espero que les haya gustado este otro relato más de una de mis experiencias, cualquier comentario es bienvenido ya que así mejoro más mis relatos, agradezco de antemano por sus apoyos).
    
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