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Mi Suegra, en la calle una Señora, en la casa mi P
Fecha: 28/01/2018, Categorías: Tabú Sexo con Maduras Anal Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... propinado en su trasero y me di cuenta de que no le había parecido mal ese saludo mañanero. Todo lo contrario. Me pareció que le había gustado y que el gritito fue como una especie de coquetería femenina, acompañado por esa sonrisa como de complicidad.Pasaron dos o tres días y las cosas como siempre, hasta que mi mujer volvió a tener su guardia. Esa mañana mi suegra estaba en la cocina, limpiando algo en el fregadero y al pasar por detrás de ella. Ni me lo pensé. Le di dos cachetes en el culo. Dos buenos cachetes. Uno en cada nalga. Lo mismo que la última vez. Pero ración doble. Dio dos grititos. Uno por cada palmada., volvió a girar su cara con la misma sonrisa y como si nada hubiese pasado dijo.Buenos días cariño. Siéntate en el comedor. Ahora mismo estoy contigo.Me puso el desayuno. Charlamos un momentito y a su habitación.Estaba comprobado que no le importaba nada que le diese cachetes en el culo. Estaba comprobado que le gustaban esas confianzas mañaneras que teníamos durante las ausencias de mi mujer. En ese momento pensé para mí. Mírala a ella. Tan señora pero le gustan los cachetes en el trasero como si fuese una cría.Dos o tres días después mi mujer volvió a estar de guardia y al bajar a desayunar la sorpresa que me llevé al ver a mi suegra fue monumental. Estaba en el fregadero. De espaldas. Lavando los platos de la cena pero en lugar de llevar puesta el albornoz habitual, tenía puesta una de mis camisetas de deporte que le llegaba hasta algo más arriba de medio ...
... muslo, dejando el resto de sus piernas al descubierto. Me la quedé mirando unos segundos; Estoy seguro que ella se dio cuenta de eso y mientras la miraba me dije. Joder. Se entera su hija de que su señora madre esta con solo esa camiseta conmigo en casa. La pone a andar. Viéndola así como estaba, por detrás. Os aseguro que empecé a tener una erección al verla de esa guisa.No me lo pensé ni un segundo. Fui hacia el fregadero y Plaf. Plaf. Dos buenos cachetes en cada nalga. Digo buenos porque fueron dos sonoras palmadas por encima de la camiseta. Como las veces anteriores dos grititos y la sonrisita de rigor. Pero algo había cambiado. Al ir a propinarle los cachetes, como si los estuviese esperando, al ponerme detrás, ella movió el culo hacia mí. Quiero decir que era como si levantando las caderas colocase su culo para recibir las palmadas. Alucinante pensé. No solo le gusta. Le encanta que le dé cachetes en su culazo.Me encanta como te queda la camiseta. Le dije.Ella. Dándose la vuelta y como si fuese lo más normal del mundo comentó.La cogí de la cesta de la plancha. Como hoy hace calor pensé que así estaría más cómoda. No te importa. ¿verdad?No. Por Dios. No me importa. Respondí. Además de quedarte muy bien, estas muy sexy. Me encantas así. Es más, con el calor que hace estarás más cómoda.No digas tonterías. Una vieja como yo, sexy. Lo que pasa es que tú me miras con buenos ojos. Me contestó.Durante los días siguientes que mi mujer desayunaba con nosotros, pues tenía su jornada ...