1. Un trio por realizar


    Fecha: 28/01/2018, Categorías: Intercambios Autor: iccs, Fuente: SexoSinTabues

    Somos una pareja feliz, de lo más normal. Nos queremos mucho, llevamos catorce años juntos, tres como novios, otros tantos de feliz matrimonio. Con dos niños, nuestra vida sexual no es para nada monótona, siempre que podemos hacemos el amor o follamos como animales, nos gustan los juguetes y se puede decir que tenemos confianza plena en exponer nuestras fantasías y jugar con nuestros cuerpos. Mi mujer es fenomenal, una mujer bajita, morena, con 33 años muy bien puestos, tiene un buen par de tetas y un culo que me vuelve loco, y un cuerpo que incita al pecado. De un tiempo a esta parte, jugamos mucho con la fantasía del trio hmh, en la cama solemos usar un vibrador, a ella le gusta que le vende los ojos, y mientras la follo por detrás, le doy a chupar polla. -¿ Te gusta chupar otra polla mientras te follo? - mmmmm. asiente, con la boca llena. Luego me encanta que se ponga a cuatro patas, y mientras la follo con el vibrador, dejo mi polla apuntando a su culito, que poco a poco, se abre, y acabamos realizando un sándwich en toda regla. ella lo disfruta, lo sé, llevo tiempo "pervirtiéndola" con esta fantasía, leyendo relatos sobre el tema, y en fin, dejando volar nuestra imaginación en la cama. Puede que ella se sorprenda de que mi fantasía (bueno, ahora podría decir que nuestra fantasía) sea un trio con otro hombre y no con otra mujer. Pero, si bien es verdad que dar el paso da un poco de miedo, nunca sabes como podría ir ni si funcionaría o se estropearía algo entre nosotros ...
    ... (personalmente estoy convencido de que no sería así), el simple echo de pensar en la cantidad de placer que podría darle a mi querida mujer en un trio así me excita mucho, muchísimo. imaginarla gozando como una perra con una polla en cada mano, me pone muy cachondo. Este es el relato de lo que está por venir. Era nuestro aniversario, y por fin nos habíamos escapado de fin de semana. Habíamos dejado a los niños todo el finde con los abuelos, y habíamos cogido un avión a Barcelona. Habíamos llegado al hotelito, nos habíamos bañado, y habíamos follado a gusto buena parte de la tarde. Caída ya la noche, teníamos reserva en un restaurante que nos encanta, pues no era la primera vez que íbamos. Mi mujer estaba preciosa, se había vestido de escándalo, con un vestido negro, ceñido, por encima de las rodillas, que daba justicia a sus meses de gimnasio. El tanga hacía que el vestido le marcara un culo para comérselo, y un escote no muy generoso pero suficiente, hacían que los ojos se perdieran entre sus pechos. Llegamos puntuales a cenar, tanto que tuvimos que esperar en la barra mientras nos tomábamos unas cañas. La cena anduvo muy bien, entre besos, carícias, y una agradable conversación. Al final de la cena, nos tomámos unos cubatas, y me sorprendió mi mujer, un poco ya achispada, al soltarme de repente: - Bueno, ya nos escapamos, por fin, habrá que ir a un local liberal no? Me pilló de sorpresa, casi me atraganto con la copa. - ¿Como? - Vamos, llevamos tiempo fantaseando con estas ...
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