Un trio por realizar
Fecha: 28/01/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: iccs, Fuente: SexoSinTabues
... comerme un rato sus preciosas tetas. notaba su excitación y me ponía a mil. Así, en tanga, mi preciosa mujer se tumbó boca abajo en la cama. Yo me quedé mirándola, embelesado. Entonces entro Raúl. Iba con el torso desnudo, se había quedado en shorts. Se le notaba un bulto pronunciado, seguramente calzaba más que yo, pensé. Raúl cogió aceite de masaje de una botella, y empezó a untar la espalda de mi esposa generosamente. arriba y abajo, sus manos se deslizaban por la espalda de mi esposa y yo no podía evitar excitarme con la situación. Se tiró un rato así, y luego me indicó que cogiese aceite y le ayudara. Empezó a masajearle una pierna desde abajo, y yo hice lo propio con la otra. Arriba y abajo, los dos masajeábamos las piernas de mi mujer. Ella no denotaba nada raro en su mirada, pero imaginé que tenía que excitarla notar cuatro manos recorriendo sus piernas. Estaba procurando seguir el ritmo de Raúl, y a mi mujer parecía gustarle. al ir subiendo, sutilmente mi mujer abrió un poco más las piernas. -Joder, pensé. le está gustando-. Empecé a frotarle el culito a la par que Raúl, nuestras manos se turnaban en sus nalgas y entre sus muslos. Le noté el tanga muy mojado, supongo que Raúl también. -Esto lo quitaremos para que no se ensucie- Dijo Raúl tirando del lateral del tanga. Mi mujer, asintió con un gemido, y levantó ligeramente el culito dando su aprobación. Entre los dos, le bajamos y quitamos el tanga. Dios, pensé, está disfrutando, y yo también. Seguimos con el masaje ...
... por turnos, Raúl en las nalgas, yo entre los muslos, y viceversa. En una de esas, Raúl se entretuvo y empezó a tocarle el coñito con los dedos. mi mujer empezó a gemir, se notaba que le encantaba. En ese momento no lo pude evitar y me abalancé a besarla. Al cogerla del cuello, se puso a cuatro patas, y me besó con muchísima pasión, metiéndome la lengua como si no hubiera mañana. Mientras, Raúl seguía masturbándola, y a juzgar por los gemidos de mi mujer, debía hacerlo muy bien, tanto, que noté como finalmente empezaba a convulsionar y le venía un intenso orgasmo. -Descansa, chssss - dijo Raúl- Y date la vuelta, solo es el principio. Mi mujer, relajada y con el color en la cara de haberse corrido, estaba preciosa. -Estás bien amor?? Disfrutas?? -Le dije- - Y tú? - Me respondió- - Yo estoy a mil, me encanta. Quiero seguir, si tu quieres, claro. - Sigamos, dijo ella sonriendo. En ese momento la contemple, desnuda, con los ojos vendados, y tenía unas ganas de follármela que no podía. Raúl había cogido más aceite, y había empezado a masajearle los pies. Yo hice lo propio, pero empecé por sus hombros. Una mirada aprobatoria de Raúl me indicó que lo estaba haciendo bien. Raúl fue subiendo por sus piernas, y yo alcancé sus pechos. En ese momento, Raúl me indicó que nos cambiáramos. Para mi sorpresa, se quito el pantalón, dejando al aire una polla depilada un poco más gruesa y larga que la mía, porque no admitirlo. Se situó el la cabeza de mi mujer, y empezó a masajearle los hombros y ...