1. Bego.


    Fecha: 06/08/2021, Categorías: Sexo con Maduras Tus Relatos Autor: Fika, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    DÍA 1
    
    Todo comenzó a mediados de verano, recién acabados mis estudios de grado superior me dedicaba a lo típico de todos los veranos, buscar trabajo para sacar algo de dinero y salir por ahí de fiesta con mis amigos. Un día, a la hora de comer, mi madre me comentó que pronto iríamos a una casa rural en la montaña junto a los vecinos, que son como familia. De primeras me negué puesto que prefería quedarme en casa durante esas dos semanas haciendo lo que me de la gana, pero según me informó mi madre habían reservado ya una casa rural del tamaño suficiente para que me alojase en una habitación y de ninguna manera iban a desperdiciar el dinero gastado, aunque más que eso lo que ocurría es que conocedora de mi afición por la fiesta y el alcohol, no estaba dispuesta a dejarme solo quince días, como argumento final añadió que además Laura, la hija mayor de los vecinos, una gran amistad mía y casi como una prima, iba a ir.
    Así fue que no me quedó más remedio que ir, aunque para ser honesto tampoco discutí mucho, no se me estaba pidiendo ir a la vendimia, iba a estar dos semanas de relax en plena naturaleza y al ser una zona de montaña me evadiría del calor, que me estaba matando en esos días.
    
    Cuando llegó el viernes, hicimos las maletas, quedamos con los vecinos cargamos todo el equipaje en ambos coches y partimos hacia la sierra. A propósito, nuestros compañeros de viaje y vecinos son de toda la vida y casi como familia, entre ellos la ya mencionada Laura de un año mayor ...
    ... que yo, con la que me he criado y mantengo una relación de amistad fantástica, su hermana Paula, de 14 años y misma edad que mi hermana, como podréis imaginar son inseparables, y sus padres, un amable matrimonio compuesto por Juan, un simpatiquísimo hombre de 50 años, y Begoña, a la que apodamos Bego, una bella persona también, les considero mis tíos. 
    
    Tras un par de horas de viaje, llegamos a la que iba a ser nuestra casa, era de piedra, enorme, con un estilo muy rústico y bastante fresca, al llegar lo primero que se hizo fue el reparto de habitaciones, en la planta baja había un baño y dos habitaciones, una con dos camas en las que automáticamente se instalaron las dos niñas porque querían dormir juntas, y otra más con solo una cama que quedó en duda, subimos arriba y había otras tres habitaciones, dos con cama de matrimonio, aunque una de ellas sin baño propio, y otra individual pero con una cama de mayor tamaño a las de abajo, además un baño común en el pasillo. Mis padres quisieron cederle la habitación con baño a Juan y Bego, pero estos con su característica generosidad le restaron importancia y les dejaron quedársela, afincándose ellos en la matrimonial restante. Quedaban entonces dos habitaciones, automáticamente me ofrecí a quedarme en la individual de abajo, puesto que pensaba que tenía más lógica que fuera Laura quien compartiese el baño con sus padres, pero esta se negó diciendo que no me podía meter en la cama de abajo, que se me iban a salir los pies, que ya ...
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