1. Bego.


    Fecha: 06/08/2021, Categorías: Sexo con Maduras Tus Relatos Autor: Fika, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... dormía ella allí, en esto pasa por nuestro lado Bego y dice -claro hombre, quédate tú aquí arriba, si esta es pequeñaja abajo se apaña jajaj-, finalmente accedí, dormiría arriba y compartiría el baño con Juan y Bego.
    
    Comimos, y nos dispusimos a hacer una pequeña ruta de montaña, hizo más calor del esperado y acabamos todos bastante más cansados de lo esperado, paramos en un merendero a media tarde para comer algo y refrescarnos, a mí no me quedaba agua así que dije que iba al río a rellenar la botella, Bego dijo que a ella tampoco, que esperase, que venía conmigo, caminamos unos 100 metros entre los árboles y llegamos a la orilla, me arrodillé a llenar mi botella y mientras Bego dice - uff, vaya sudada llevo- y acto seguido se despoja del forro polar que llevaba puesto y se echa la botella a la boca, quedándose en una de esas camisetas técnicas que son pegadas al cuerpo, dejando ver con bastante detalle como es su cuerpo, cosa que no suele ser posible porque siempre viste de ancho, quizá para disimular sus kilos de más. Bego es una mujer que no es fea ni guapa, de pelo castaño oscuro y liso, tez morena, ojos marrones, nariz un poco aguileña y eso sí, unos labios carnosos que enmarcan una imborrable sonrisa. Medirá alrededor de 1,55 y posee unas piernas gruesas desde el tobillo, rematadas por unos gordos muslos y una cadera con un culo enorme, hay que decir ...
    ... que para estar pasada de peso unos 10 kilos casi no tiene barriga, por lo que sus enormes posaderas hacen un juego estupendo con lo que a mí mas me atrae de su físico, unas enormes tetas que da igual lo que lleve puesto se intuyen. No había sido sin embargo hasta este momento en el río, que pude comprobar que esas enormes tetas eran de una forma bastante redonda, tal vez por el sujetador, dado el tamaño de estas y la edad de Bego, era casi imposible que fuesen así. me quedé estupefacto, tanto es así que me descuidé de mi botella, se me escapó de la mano y el río que corría bastante deprisa se la llevó, al darse cuenta me dice -toma anda pega un trago de la mía que ahora la llenamos otra vez- asiento y bebo notando en mis labios el calor que ha dejado en la boquilla la boca de Bego, que hace dos segundos tragaba efusivamente de ella, esto junto a la visión antes descrita provocan en mí una erección de caballo, salgo del paso como puedo -Bego vuelve sin mí que voy a ver si encuentro un sitio para mear- asiente y se dirige a donde estaban los demás, parece no haberse dado cuenta, busco unos matorrales y me veo obligado a aliviarme, dado el nivel de excitación que, sin ella quererlo, me ha provocado mi querida vecina. Jamás había tenido una erección como esa, me hago una paja rápida y suelto a chorros una descarga de lefa que me pareció un barbaridad.
    
    CONTINUARÁ. 
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