Puterina y su amo Ares: primer encuentro - Relatos Eróticos

Puterina y su amo Ares: primer encuentro

Generalmente cuando establezco contacto con una mujer que le interesa el BDSM y la dominación la mayoría se arrepiente al ver que yo no juego. Si bien muchas mujeres tienen la fantasia de ser sometidas por un hombre pocas se atreven a dar el salto a la realidad. Los prejuicios, el miedo de toparse un pelele que no sabe que hace y otros factores intervienen e impiden que la dama en cuestión pruebe lo que tanto desea.

Puterina es diferente a las demás y es que ella si entiende lo que es el BDSM. Desde que empezamos a comunicarnos mencionaba que solo la pornografía de ese estilo la excitaba. No dude en aclararle que llevarlo a la practica era otro asunto pero conforme continuaban nuestras interacciones a distancia me di cuenta que ella era la indicada; era el tipo de sumisa caliente, entregada y decidida que llevaba tiempo buscando e  un mar de curiosas e indecisas.

Cuando la vi en persona afuera de la estación del metro aquel domingo su mirada denotaba nervios. Esto me comenzaba a excitir, sabía que le gustaba la idea de lo que estaba por ocurrir pero también le asustaba. Ese derrame de adrenalina es un ingrediente que hace de un caldo de sexo sadomasoquista un platillo exquisito. Nos esperaba una primera vez memorable, cosechar los frutos de semanas de planearlo y adiestrar a mi esclava con dedicación y paciencia.

Al entrar a ls plaza la conversación fluía con naturalidad. En ningún momento se sintieron las cosas forzadas ni apresuradas. El contacto visual era ...

... constante. Puterina es una mujer culta, educada y con quien se puede conversar con  naturalidad. Eventualmente no pude evitar realizar una caricia en su rostro como preludio s un beso suave. Tan pronto hice contacto ella lanzó un gemido y su cuerpo no hizo más que temblar como el de un venado indefenso ante un lobo. Mi pene se inflamó y en ese momento supe que era la hora de la verdad.

Al llegar a la habitación del hotel puse en una mesa mis herramientas de trabajo, que realmente eran solo las necesarias; un plug anal para dilatar, gagball, lubricante y condones. Me senté junto a Puterina en la cama y acordamos la palabra de seguridad y como se usaria el plug. Ella asintió y al levantanos de la cama iniciamos.

Le ordené con voz firme que se desnudara. Su cuerpo es esbelto y su piel morena color caramelo acentua sus atributos: pechos con forma ovalada, piernas bien formadas y nalgas que imploraban ser azotadas sin misericordia. Le ordene que se hincara, y coloque la gagball en su boca, asegurandome que estuviera bien ajustada. Despues le ordené que caminara en cuatro, como ls perra que es. Grabé en video su caminar e incluso la empujaba ocasionalmente con el pie, lo que le arrancaba suspiros y gritos de miedo y placer. Ahí supe que estaba sometida a más no poder a mi voluntad y esa sensación me llenaba.

Le bajé su gagball y con un par de calcetas gruesas até sus manos y la coloqué sobre la cama. Con mi cinturón inicié los azotes en sus nslgas. Entre cada cinturonazo me ...