VIÑA O VERDULERIA.ES IGUAL - Relatos Eróticos

VIÑA O VERDULERIA.ES IGUAL

... por mirar la cara de Jacinto.Me sorprendió su color arrebatado y su boca por la que corría un hilo de saliva.Al bajar mí vista me asustó lo que se adivinaba entre sus piernas.El,tremendo,bulto amenazaba con romper la tela que, inútilmente,
intentaba contener lo que parecía ser una bestia desatada.Totalmente,fuera de control,Jacinto abrió la puerta y mientras caminaba hacia donde estaba la pareja,desenfundó su,terrible, aparato que,aún, resultó ser más grande y gordo que lo que yo había sospechado.Don Quique,solo se percató de su presencia cuando,este,a su lado y sin mucha delicadeza lo apartó del cuerpo expuesto de la,indefensa,señora.Don Quique amagó una oposición,pero,El gesto,
fiero,de Jacinto lo detuvo en seco.El gigante no dejaba dudas de su decisión y su cara no prometía nada bueno a quien quisiera ponerse en contra.Yo observaba, totalmente,asombrado lo que sucedia tan cerca mío que podía ver con toda claridad como la,descomunal,
cabeza se acercaba hacia el culo de doña Eva,que empezaba a percatarse del cambio de protagonista.Le resultó del todo inútil cualquier intento de oposición.La monstruosidad ya había empezado su tarea de destrucción.Su culo adquiria la proporción o tal vez,
debiera decir"la desproporción" que el,enorme,tubo le imponía.Su agujero se abrazaba,desesperadamente,al pedazo de carne que iba desapareciendo en su hoyo.La pija de Jacinto se veía como si el culo la estuviera devorando.Los pies de doña Eva raspaban y resbalaban a cmts. del piso en ...

... un,inútil,intento de escapar a la destrucción que estaba siendo sometida.Jacinto la enredó con sus brazos por su cintura y alzandola la separó del mesón quedando la,pobre, mujer, literalmente,en el aire,solo, sostenida por el mástil por el cual,
Jacinto la empezó a subir y bajar.Mi mente afiebrada,como todo mí cuerpo imaginó el ir y venir como si Jacinto estuviera haciendose la paja con el culo de doña Eva.Al ponerla de frente a mí,me impresionó ver los ojos extraviados de ella, mientras su cuerpo flameaba como
un trapo en plena tormenta, mientras la barra entraba y salía de un agujero,ya, absolutamente, deformado.La cara de Jacinto empezó a desfigurarse y de su garganta brotaba un sonido ronco como si algo la raspara por dentro.El culo de doña Eva empezó a descurrir una cantidad impresionante de jugo blanco y pastoso que regaba el piso por dónde iba cayendo,mientras,en el camino se unia con un fluido parecido que borboteaba de su concha que latía y brillaba al ser bañada por tanto jugo.
Jacinto la apretaba y refregaba contra su
cuerpo en el momento en que la,gruesa,
barra desaparecia por completo de mi vista.Ahi era cuando la boca de doña Eva modulaba una, enorme,"O"que ya no se escuchaba debido a la total afonía después de tanto grito.Él la apoyó sobre la mesa y su pija se deslizó de su interior
haciendo que ella resbalara hasta quedar arrodillada a sus pies.Ella levantó la vista y la fijó en el colgante pedazo que,aún, goteaba a cmts.suyo.Alzó la mano y la paso un par de ...