VIÑA O VERDULERIA.ES IGUAL - Relatos Eróticos

VIÑA O VERDULERIA.ES IGUAL

... veces por el lomo que, todavía,tenía algunos estertores.Me dio la sensación que necesitaba constatar que"todo"eso había
estado, realmente,dentro de su culo.
Jacinto la introdujo entre sus ropas y sin, siquiera,subir el cierre se dirigió hacia la salida y se fue.Doña Eva,con, evidente,
dolor se incorporó y volvió el vestido a su lugar y copiando a Jacinto, también,
se encaminó hacia la salida,sin acordarse de su bolso.En el trayecto,por 2 veces,sus pies se torcieron y,poco, faltó para que no terminara con su humanidad en el piso.Antes de que desapareciera de mí vista,la última imagen en mí mente fue su tambaleante cuerpo y, también,se fue._
En el lugar solo quedamos don Quique y yo.Él,subía y bajaba su mano por su pija hinchada y dura.Su gesto insatisfecho,
me recordó que, él,había sido interrumpido en la mitad de su acción.Su cara arrebolada y su dureza no dejaban dudas sobre su necesidad de placer.
Se me acercó,sin dejar de sobarse,y, parándose a mí lado su voz murmurada y ronca me dijo:"José,si me dejás que te meta la punta,te doy plata".Lo primero que pasó por mí cabeza fue que Diego me la había metido toda y iiiGratis!!!.Si bien,era cierto que los tamaños eran distintos,pero,don Quique me proponía meterme,solo,la punta,encima pagarme.
No le respondí con palabras,solo,movi,un par de veces,mí cabeza de arriba para abajo.De manera desprolija,se la metió entre sus pantalones,y se dirigió a cerrar la puerta.En el trayecto me gritó:"Andá sacandote el shorcito".A los ...

... pocos minutos,ya estaba de vuelta y los 2 estábamos en igualdad de condiciones.
Es decir,desnudos de cintura para abajo.
Cuando me vió,sonriendo,me dijo:"yo tenía razón,se olvidaron de ponerte culo".
Me lo decía mientras,metia sus manos entre mis nalgas y me las apretaba y agregaba:"Pero,me va a servir lo mismo".
 Yo, recordando como me la había metido Diego,y,como se la habían metido a la, pobre,señora,di la vuelta y me afirmé sobre la mesa,pero,para mí sorpresa y desconcierto, él me dijo:"No,así no.".Me tomó por debajo de mis hombros y girandome,me sentó sobre el viejo mesón.Se acomodó a mí frente y mis piernas las cargó sobre sus hombros.En esa posición,se puso saliva en sus dedos y la desparramó por mí culo y por su cabeza que apoyó en mí entrada.La presión no demoró en hacerse sentir y me di cuenta,de manera,
dolorosa que empezaba a estar dentro mío.Mi culo se ensanchaba en la medida que entraba.Mi cara se contraía y le recordé sus propias palabras:"don Quique,ud.me dijo que me iba a meter solo la punta".Ni siquiera me contestó y yo,sentía como me abría y se resbalaba haciendo que los pliegues de mí culo se apretaran al cilindro de carne que me hacía saltar las lágrimas.Entre sollozos,
volvi a recordarle que era nada más que la punta lo que debía meterme.Un hilo de saliva caía de su boca cuando me dijo:"iiUn poco más,un poquito más!!.Te doy más plata,pero,aguanta un poquito más adentro". Llevé mí mano entre los dos cuerpos y encontré lo que buscaba.Enrede con mis ...