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La Doctora Juliana (I)
Fecha: 16/08/2021, Categorías: Sexo oral Tus Relatos Autor: CmHard777, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... para poder examinar esa parte de mi cuerpo que quería examinar. Pero ella no terminó allí: -¿Te puedes poner de pie? Y de paso te bajas el pantalón. Me levanté y deslicé mi pantalón hasta el suelo. Mi bóxer marcaba una semi erección. La verdad, me era imposible en este punto no estar en ese estado. Pocas veces había tenido la posibilidad de estar semi desnudo al frente de una mujer como la doctora Juliana Ochoa. Ella sonrió. Era una sonrisa que me pareció de complicidad. Seguro lo había notado. Siguió con el examen. Mantenía una aura de profesionalismo que la hacía incluso más hermosa de lo que ya era. -La ropa interior también. Puse las manos en la banda del bóxer. Y lo bajé lentamente. Sentí la tela tocar mis tobillos. Estaba desnudo frente a la mujer más hermosa que había visto. Sentí su mano agarrar el tronco de mi pito. La sangre fluyó. La semi se convirtió en una erección completa. -¡Perdón!-dije en estado de vergüenza. Incluso yo me había dado cuenta que ese no era el lugar para dejarlo crecer. -No hay problema-respondió -. No es la primera vez que pasa. Es una reacción normal. Además, me dice que no hay problemas en ese aspecto. La última frase le salió con un tono de picardía, como si ese aspecto profesional se desapareciera por un momento para hacer un comentario de doble sentido. No se quedó mucho tiempo en el tronco. Sus manos pasaron a la cabeza, donde pequeñas gotas de liquido pre-seminal ya hacían su entrada. Bajó la ...
... piel y dejó asomar la cabeza roja y excitada de mi pene. -Ya nos ocuparemos de eso- El mismo tono pícaro volvió a aparecer. Soltó mi pito y puso mis bolas en sus manos. Estaban calientes. Las masajeó por unos instantes. -Ya casi estamos. Entonces, volví a sentir su tacto en mi pene. Hizo un lento movimiento de arriba hacía abajo. Y lo hizo otra vez, y otra vez, y otra vez hasta que el ritmo empezó a cambiar de velocidades. -No puedo dejar a uno de mis pacientes en una posición así. La doctora Juliana tenía las mejores manos que jamás había sentido. Se notaba que ya tenía experiencia masturbando a los hombres. Su mano se movía con tal precisión y velocidad que cada vez sentía yo más placer. Iba de arriba hacía abajo y de abajo hacía arriba, incluso llegando a torcer la muñeca un poco. Tenía una técnica excepcional. Me trabajó hasta el punto en el que ya iba a explotar y luego... Se detuvo. -Bien. No sufres de eyaculación precoz- Soltó una risita. Se puso de rodillas. Le dio una lamida a la cabeza de mi pene, saboreando el liquido pre-seminal que goteaba y humedecía ese punto tan sensible. Se lo metió a la boca. Sus labios rozaron el tronco y poco a poco fue explorando con su lengua el largo y ancho de mi miembro. Metiéndoselo más y más a la boca hasta que alcanzó su garganta. Lo chupó con maestría. Sin duda alguna ella sabía lo que estaba haciendo. Yo sentía que iba ganando velocidad y sentía sus labios disfrutar con el sabor del liquido que ...