1. Madre, siempre te amare


    Fecha: 30/01/2018, Categorías: Incesto Autor: juandeldiablo1957, Fuente: SexoSinTabues

    En esa época mi madre tenía 40 años y yo 20, tenía como un año de que acababa de salir del colegio militar y ella acababa de divorciarse de mi padre en forma oficial. Físicamente estaba bien buena, tenía un par de tetas grandes, algo caídas, pero lo suficientemente duras para que yo me entretuviera con ellas, siempre me encanto mamárselas y estrujárselas con pasión. Tenía unas amplias caderas, coronadas con un par de nalgas grandes y gordas, que se le ampliaban sabrosamente cuando me la cogía en posición de perrito, en esa posición me encantaba darle de mordiditas a sus nalgas, como si fueran un par de melocotones sabrosos, por supuesto que a ella le encantaba. Tenía algunos kilitos de más, pero sin llegar a ser gordita; era de facciones delicadas y siempre lucía una bella sonrisa, pese haber pasado por la infidelidad de mi padre y el postrer divorcio con él. Cuando cumplimos un año de relaciones, esa tarde yo llegue con un ramo de rosas y se las regale, en honor de nuestro primer aniversario juntos. Mi madre me recibió vestida con una batita de color blanco casi transparente, que me dejo ver su cuerpo casi desnudo, solo vestía, aparte de la bata unos pantis negros que apenas cubrían sus preciosas nalgas, se arrojó a mis brazos conmovida, diciéndome que me amaba más que a nada y que no podría vivir sin mí, el sentimiento era mutuo, ya que nos amábamos y podríamos pasar toda la vida juntos, dándonos todo el placer posible que una pareja de enamorados se podría dar. Ella me ...
    ... dio un apasionado beso, el cual yo correspondí con igual pasión, así abrazados entramos a su recamara, mientras yo la besaba, le sobaba con pasión sus nalgas gordas, ella hacia otro tanto, ella me sobaba el pene a través del pantalón, ambos estábamos poseídos por una pasión que hasta el día de hoy no he experimentado. Ya dentro de su habitación, ella se quitó la batita que vestía y el panti que apenas cubría su vagina y se tendió lánguidamente en la cama totalmente desnuda, siempre me producía una gran pasión verla así desnuda y por supuesto, siempre me producía una gran erección verla así, produciéndome un sinfín de sensaciones, ella me excitaba mucho, así que, sin perder el tiempo en nada me quite la ropa y quede completamente desnudo frente a ella, ella me miraba con pasión, sin esperar más me subí en ella y la empecé a besar como a nadie, luego me baje a sus tetas. Mientras le mamaba una de sus tetas, mis manos recorrían su cuerpo desnudo con lujuria, me entretuve por un momento con su vagina, delicadamente le abrí los labios y le metí tres dedos, con los cuales escarbe suavemente dentro de ella, ella me dejo de besar para abrir la boca y resoplar con lujuria, se notaba que mis dedos la estaban poniendo cachonda y lo notaba, porque ellos estaban empapados con sus jugos. Así estuvimos por un largo momento, la noche era nuestra y nada, ni nadie iba poder evitar que esa noche ella volviera ser mía, ella con un suspiro se entregó completamente a mí, delicadamente le abrí las ...
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