1. Madre, siempre te amare


    Fecha: 30/01/2018, Categorías: Incesto Autor: juandeldiablo1957, Fuente: SexoSinTabues

    ... piernas y hundí mi boca en su vagina, mi lengua empezó a explorar cada rincón de su vagina, nada más se oían en la habitación los fuertes chupetones que le daba a sus labios vaginales, ella me mesaba los cabellos y a la vez empujaba mi cabeza hacia ella, buscando que mi lengua entrara más y más en sus conchita sabrosa, así estuvimos por un rato, mi lengua logro que se viniera una vez, bebí sus jugos con pasión, mi madre siempre fue muy limpia en su zona intima, además, de que siempre la mantenía depilada solo para mí, cosa que me encantaba mucho. Después del orgasmo que tuvo, me levanto la cara y me dijo melosa, ¡papi es hora de que hagas feliz a mami!, al oír esto, yo ya sabía lo que quería, ella quería verga y se la iba dar, para eso estaba yo ahí, para complacer y bajarle la calentura a mi madre, ya que, si no era yo, podría ser otro cabron y eso no me agradaba para nada. Así que, me coloque entre sus piernas, ella me miro con dulzura y me dijo ¡te amo hijo mío!, le respondí, ¡yo te amare siempre madre! No había que decir nada más, la noche era nuestra y era hora de complacer a mi madre, le abrí las piernas, las coloque en mis antebrazos, ella tomo mi verga y se la restregó en la entrada y de un empujón se la metió toda ella solita, al principio la penetraba muy suave y lentamente, pero ya no pude más, me embargaba una gran pasión por ella y la empecé a penetrar a toda velocidad, nada más se oía el chapotear de mi verga en sus jugos cuando la penetraba. Yo podía ver en ...
    ... el rostro de mi madre los efectos que le hacia mi verga, cosa que me daba alegría, porque sabía que estaba haciendo feliz a mi madre, en cada metida de verga ella abría su boca tan solo para lanzar grititos de placer, me pedía más y yo le daba más, mi juventud y mi verga estaban a su servicio, así que, no había necesidad de que me pidiera más. Queriendo variar la posición, rápidamente me acosté de espaldas y ella loca de placer se montó en mí y me empezó a cabalgar como loca, se daba sentones largos y profundos, yo casi no hacía nada, solo empujaba mi espalda hacia arriba, tratando de sincronizar los sentones que se daba en mi verga, después de un rato de cabalgarme con fuerza sus movimientos fueron aminorando, yo estaba seguro de cuál era la causa, ella estaba a punto de venirse y cuando lo hizo, lanzo un grito largo de placer y se recostó desmadejada sobre mí, como yo ya estaba a punto de venirme, como pude hice que se bajara de mí y la puse en cuatro patas, mostrándome las grandes nalgas que poseía y sin más se la deje ir de un solo envite, nada más le di como cuatro metidas de verga, cuando sentí que venía el viaje sin retorno y ya cuando mi leche estaba en la punta, se la clave toda y me empecé a venir como loco dentro de ella, ella repego sus nalgas en mi bajo vientre al sentir los chorros de leche que le aventaba. Ella se dejó caer hacia adelante, mi verga semi erecta abandono su nicho sabroso, ambos terminamos bañados en sudor y en nuestros jugos, jadeando por el ...