1. Playa Uva


    Fecha: 02/02/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: PalabrasDeTe, Fuente: CuentoRelatos

    Al fin podíamos coincidir. Mi mujer podía escaparse unos días y yo ya tenía todo ordenado. Unas vacaciones después de un año y solos. Sería la oportunidad que tanto necesitábamos. La promesa era que dejábamos atrás el trabajo al subir las escaleras del avión. Teníamos meses postergando fechas. Para ella, y para mí era relativamente fácil coincidir los espacios libres; con Lucrecia y Samuel la cosa era diferente. Sus vacaciones rara vez cuadraban con las nuestras y entre ellos mismos, y debían buscar con quien dejar a sus hijos. Los cuatro estábamos un poco desesperados por escaparnos. Cuando llegamos a Cumana ellos ya estaban en el aeropuerto esperándonos con su carro. No teníamos que entrar a la ciudad. Salíamos del aeropuerto con destino a la playa. Directo a Río Caribe, y de ahí a Playa Uva. Conseguimos un pequeño chalet entre la montaña y la playa. Nos quedaríamos ahí, los cuatro, desde el jueves hasta el domingo en la tarde.
    
    Paramos en Carúpano para comprar las cosas que nos faltaban. Ya veníamos con varias botellas, pero creo que los cuatro coincidíamos en que no estaba mal que sobrara que beber. Había para todas las horas y todas las ocasiones. desde prosseco, vino, ron y vodka. Serian cuatro días en que nos liberaríamos de todo. La llegada fue perfecta. Eran poco más de la una y el dueño del chalet nos esperaba con la llave y nos invitó a bajar a la playa y comer. Pescado a la brasa y mucha cerveza fue lo que abrió el tan ansiado descanso.
    
    Ellos salieron ...
    ... corriendo y tomaron la habitación de arriba y nosotros la de abajo. Ambas con camas king. El lujo estaba en el piso de madera, las alfombras bajo la cama, los baños llenos de detalles y los ventanales hasta el techo en cada cuarto.
    
    El viernes yo hice el desayuno. Desde ahí empezó la interminable conversación. Siguió en el pequeño jacuzzi que estaba en el deck con vista al mar y luego las primeras copas que empezaron a las 11 am a subir los ánimos. Una cena en la playa con emparedados y unos cócteles con frutas nos tuvo hasta que la humedad de la playa nos corrió. Salimos con las sandalias llenas de arena y la fiesta siguió en la sala de la casa. Un gran sillón en forma de "L", con una mesa ovalada tipo Bau Hansen, que enseguida nos empezamos a imaginar cómo llevárnosla a casa. Un poco de música y los tragos nos fueron poniendo cada vez más picaros.
    
    Juegos de doble sentido y confesiones juveniles nos llevaron a una pregunta que le dio otro sentido al viaje. "¿Estarían dispuestos a un intercambio de pareja?" Pregunte yo. Mi mujer se sonrojo y movió la cabeza negando de manera ambigua, como diciéndome que solo a mí se me ocurriría algo así.
    
    Samuel se quedó viendo a Lucrecia sin saber que decir mientras ella levantaba el vaso y fuerte declamo "Claro que sí, y con ustedes más"
    
    Nos reímos. Los tragos se botaron. La fiesta siguió. El tema vario, pero al cabo de media hora la euforia bajo y volvió el tema. Lucrecia dijo que ellos lo habían pensado muchas veces y que desde ...
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