Nuevos inicios - Relatos Eróticos

Nuevos inicios

... malicia al hacerla tragar mí semen, ella tiene arcadas pero lo traga, no la suelto hasta que lo hace, en tanto sigo pellizcando su clítoris y vuelve a llegar al clímax esta vez atravesando el dolor, cuando se sienta, le hago arreglarse las ropas, le beso la frente  y me dice que me quiere, no me extraña, siempre  se despide así, la llevo frente a su casa, y me marcho. En mí cama tengo una mujer saciada y aún un poco confudida porque su marido la tomó a la fuerza en la calle y cuando vuelve a ella vuelve a tomarla esta vez más lento, ella no se imagina que la garganta de su sobrina trago casi toda la energía que me quedaba y solo piensa que quiero ser romántico, la dejo creerlo, y la tomo suavemente, llegamos juntos esta vez, besándonos para no gritar por los niños.
Ema ya dormía cuando salí del baño, estaba un poco apaleado, no cogia tanto desde hace años, pero no me arrepentía, debía volver a una rutina de ejercicios, tenía que tener más resistencia si quería seguir y si que quería seguir, además parece ser que puedo cojer con más de las que imagine, aún no me creo que la pequeña sobrina de quién fui niñero alguna vez y que ahora cuida a mis pequeños se haya dejado jugar así, y esto abre un mundo entero de placer, la culpa no llego pero si la sorpresa, al día siguiente inicie una rutina en un gimnasio cercano al trabajo, me tomaba una horaas volver a casa y por dos semanas apenas montaba a mí esposa, pero tome los intereses en cuanto me habitué, incluso la hice más asertiva, un jueves largo, ella llamo para almorzar en un bar, fue a buscarme a la oficina y me llevo directo a un hotel, me la coji en todas las superficies, y la colgué en mis brazos para comerme su coñito depilado mientras me mamaba de cabeza, eso la enloqueció y trago todo mí semen en tanto me tragaba sus jugos. Cojer con Ema es precioso siempre lo es, y es algo de familia, gracias a Dios