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El sacerdote y yo
Fecha: 05/09/2021, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: E. L. Rodríguez, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Soy un joven de 20 años y me consideraba heterosexual, estaba en la edad en la qué te cuestionas todo e ir a una iglesia no era un gran atractivo para mi sin embargo desde hace meses no he faltado a ningún servicio y todo debido a quien daba la misa. El padre Javier era un joven de aproximadamente 30 años de aspecto varonil con una complexión esbelta y aunque media alrededor de 1.70 mts se veía aun más bajo al lado mío pues mi altura rondaba los 1.90 Parecía delgado sin embargo cuando no traía la sotana puesta había podido admirar como su cuerpo estaba bien trabajado. Sus labios eran rojizos, cabellos castaño claro y unos ojos color miel, todo eso daba como resultado el cuestionarme de mi supuesta heterosexualidad. En más de una ocasión me había en listado para las labores de la iglesia con la única razón de poder tenerlo cerca y poco a poco fuimos formando una especie de amistad algo que yo usaba como pretexto para abrazarle, de igual manera en repetidas ocasiones me había arrimado a su trasero de forma disimulada algo a lo que él no demostraba indiferencia respondiendo solo con sonrisas avergonzadas y un sonrojo en su blanca piel pero podía jurar que en las últimas ocasiones el mismo respondía frotandose contra mi dejándome completamente duro y con ganas de follar ese culito. Durante el sermón él había enfatizado lo importante que era confesarse, en mi mente solo rondaba la imagen de tenerlo totalmente desnudo para mi y hacerlo caer en el exquisito pecado de la ...
... lujuria. Al terminar el servicio y con una sonrisa en mis labios me acerqué a él. -Padre Javier, me gustaría que fuera usted quien me confesara. Últimamente traigo una inquietud que no me deja dormir.- Le dije en cuanto estaba adelante de él mientras la iglesia se vaciaba. -Por supuesto Sergio, te espero en el confesionario en un par de minutos.- respondió a lo que yo obedeci adelantandome al lugar, era una cabina pequeña dividida en dos con una pared delgada en medio en la cual había una ventana cubierta por un ligero velo negro y rejillas lo que supuestamente daba privacidad a quien se confesaba, debajo había una ventanilla por la cual el padre sacaba sus manos para que los fieles le besaran la mano antes de iniciar. Minutos después entro Javier y después de decir una frase de comienzo me dio la oportunidad de hablar. -Padre Javier, deseo confesar que en estas semanas he estado pecando de mente y usted ha sido el responsable. En más de una ocasión me ha dejado con las ganas de hacerlo mío y sé que usted está conciente de ello. No podía mirar sus expresiones pero una jadeo de sorpresa se hizo presente. -Sergio, eso es totalmente indebido. Yo soy el sacerdote de esta iglesia y es mejor de hagamos qué esto no paso. -Padre... -. Reí levemente mientras retiraba la tela para verlo un poco mejor.- Estoy seguro que usted ya había notado el interés qué tengo por usted y no había hecho nada por frenar me. También es responsable por dejar qué mis fantasías con ...