La hijastra de mi cuñado 2 - Relatos Eróticos

La hijastra de mi cuñado 2

... pantaleta la tenía ya bien metida entre su rajita, me puse de pie, la tomé por debajo de las axilas y la subí al sofá, la dejé ahí de pie y le pedí que se quitará la blusa, me miro con sus hermosos ojos verdes y ví que le dió pena hacerlo, entonces yo tome su blusa y le fui desabrochando uno a uno los botones hasta que se la quite por completo, dejándola casi desnuda con solo sus pantaletas puestas, pude ver por qué le dió pena quitársela, ya se le estaban desarrollando los pechos, se le veían deliciosos pequeñitos pero ya un poco abultados, no como hace casi un año que no tenía nada, no dude en acariciarlos y pellizcarlos un poco, como ví que estaba muy apenada y yo no quería que se alejara le dije " para que no te sientas tan apenada yo también voy a hacer lo mismo, aunque no estaba en el trato " ella medio sonrió y me miró de una forma pícara, yo empecé a desvestirme hasta quedar en boxer, tenía tan dura la verga que el glande se alcanzaba a asomar por encima del elástico, Valeria abrió los ojos apenas lo vió, me le acerqué e hice el ademán de sentir frío y le dije "tu también está sintiendo frío?"  a lo cual me dijo que sí, yo le dije " ven te caliento un poco " y me le acerqué y la abrace acariciándole la espalda, le dije " Valeria vamos para tu alcoba que allá hace menos frío", la cogí por debajo de los brazos y la alce de tal forma que ella paso sus brazos por encima de mis hombros y con sus piernitas me rodeo la cintura, puse una mano en sus nalgas y a ella la baje ...

... hasta que sentí que su rajita quedó en mi verga, me fui caminando lento e iba restregandole mi verga en su rajita en son de juego, llegamos a su alcoba y me acosté en la cama boca arriba quedando ella encima mío, le metí las manos por debajo de su pantaleta y le manosie las nalgas, la tumbe al lado izquierdo mío para que quedara también boca arriba, yo me incline hacia ella y le empecé a acariciar sus nacientes pechitos, los apretaba, los pellizcaba y me acerque y empecé a chuparselos, ella no decía nada, solo miraba lo que yo hacía, fue delicioso sentir en mi boca sus pechos, sentir el sabor de su piel, su aroma juvenil, ya con mi boca en sus pechos empecé a bajar mi mano por su abdomen y la empecé a deslizar de lado a lado suavemente por debajo de su pantaleta hasta que por fin llegué a tocar directamente su rajita, nuevamente la acaricie hasta que mis dedos se abrieron paso a través de sus labios, sentí su humedad, su clítoris y la entrada de su vagina, en este punto ya hice un poco de preción intentando hundirle en la vagina mi dedo medio, apenas entro un poco sentí que se estremeció, subí un poco la mano y de la forma más sutil fui jalando su pantaleta para quitársela, cuando ya casi quedaba descubierta su rajita ella se corrió a un lado de un brinco, no lo negare que me dió rabia pero me contuve y me senté, y le dije " yo siempre te demuestro que te quiero cuando te ayudo y cuando te doy regalos, está es la forma que tú me demostraras que si me quieres de verdad" con tono ...