La hijastra de mi cuñado 2 - Relatos Eróticos

La hijastra de mi cuñado 2

... de tristeza le pregunté " tu de verdad me quieres ?", Valeria me contestó " si te quiero", " entonces demuestralo " le dije, en ese momento volvió a recostarse en la cama, yo me pare a la orilla de la cama y con las dos manos le baje la pantaleta dejando a la vista primero su pubis en el cual ya le estaba empezando a salir el vello y luego dejó a la vista su deliciosa y lampiña rajita, levanté un poco sus piernas y se la quite por completo, tire su pantaleta casi hasta la puerta de la alcoba, le empecé a separar las piernas y fui viendo toda su rajita y sus labios mayores los cuales tenían un tono un poquito más oscuros que el resto de su piel, a medida que le separaba más sus piernas sus labios mayores dejaban vislumbrar sus labios menores rosaditos y cuando ya le tuve sus rodillas a los lados casi a la altura de sus caderas pude ver su humeda y rosadita entrada de su vagina, no aguante más y pase mis manos por debajo de su cadera y la acerqué más a la orilla de la cama y yo me arrodille en el piso, fui deslizando mi mano derecha por su muslo en dirección de su vulva y mientras tanto con la otra mano me fui quitando el boxer, llegué a su rajita y empecé a tocarle el clítoris y a separarle los labios, haciendo masajes de arriba a abajo y de lado a lado, ya habiéndome quitado los boxer con mi mano izquierda tome mucha de mi saliva y se la esparcí en toda la raja, ya bien lubricada empecé poco a poco a hacerle preción con la punta del dedo índice en la entrada de la vagina, ...

... sentí la resistencia de su vagina pero fui viendo cómo milímetro a milímetro iba entrando mi dedo en su suave y apretada vagina hasta desparecer por completo dentro de ella, Valeria solo hacia ademán de quitarse pero no lo hacía o pegaba pequeños brincos. Empecé a meter y sacar mi dedo con un ritmo constante mientras con la mano izquierda le empecé a acariciar los pechos, luego de un rato así, me fui poniendo de pie pero con mi cabeza cerca a la cama en dirección a su rajita, Valeria levantó la cabeza y me miró con cara de desconcierto pero no se quitó, me miro mientras me acerque a su vagina, ya pude sentir el delicioso aroma de su intimidad y le empecé a lamer los labios mayores primero el lado izquierdo y luego el derecho pero aún metiéndole mi dedo, sin lamerle la rajita, luego ya pasé a su rajita, nunca se me va a olvidar el sabor de su raja y sus fluidos vaginales, le lamía de abajo a arriba la rajita separando con mi lengua los labios menores y cuando ya quedó al descubierto el capuchón empecé a chuparle el clítoris, ella se estremecía con cada succión en su clítoris, luego le saque mi dedo para dejarle el turno a mi lengua, empecé a meterle o tratar de meterle mi lengua en la vagina, la tenía muy apretada, y empecé a salíbar un montón para dejarle bien lubricado la vulva y sobre todo la entrada de la vagina, ya empecé a besarla más arriba pasando por su abdomen haciendo una gran parada en sus pechitos, al tiempo empece a apoyar mis rodillas entre sus piernas, Valeria ...