1. Asesoría en programación o asesorando a la p... con su tesis


    Fecha: 04/02/2018, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Alien_system, Fuente: CuentoRelatos

    ... probando la rica pucha de mi putita. Se la mamaba y ella solo gemía y se retorcía, me hundía la cabeza sobre su pucha ardiente y solo podía mirar desde mi posición estando entre sus dos morenas piernas abiertas de par en par y en ese horizonte sexual podía ver sus senos y cara que tenían ese esos gestos de placer, mis oídos escuchaban sus gemidos y palabras entrecortadas que indicaban que así le gustaba, así estuve unos minutos mamándole, hasta que se quedó quieta con espasmos en su vulva, y escurría su humedad a los lados de su entrepierna mi cara estaba llena de sus jugos y saliva de mi boca con alguno que otro vello de su pubis, mi lengua reptaba lo más que podía para poder entrar en aquella ardiente y húmeda puchita de mi reciente amante, sabía que había tenido alguno de los varios orgasmos que pude darle a esa bella princesa, así que me dispuse a penetrarla, pero antes tenía que devolver el favor, y le dije que me lo mamara, así que se dispuso a mamármelo suavemente no era experta pero si pasaba su lengua alrededor de mi verga, ya estaba bien parada y caliente embarrado de su saliva, salían gotas de lubricante de mi circuncidado glande que estaba ya embadurnado de líquidos, parecía un champiñón de lo hinchado, rojo y caliente, así que lo mamo muy rico, era una nena muy ardiente, no parecía que nos hubiéramos conocido en la mañana, aquella chica bien portada en la calle, le salió lo putita.
    
    Así yo sobre ella mientras la miraba a los ojos mientras nos acariciábamos y ...
    ... besábamos, mi verga ya la dirigía ella a la entrada de su vulva, jugo con el entre sus manos le estiraba el prepuso y lo retraía tratando de calentarme más lubricado ya estaba, mientras embarraba mi glande por sus labios vaginales los cuales estaba muy húmedos de su anterior venida, la fui empalando suavemente como queriendo disfrutar ese momento previo a la primera vez que mi verga entraba en ella, nos mirábamos frente a frente mientras nos propiciábamos caricias y palabras contenidas, únicas para ese momento erótico, le decía al oído palabras como “¿Te gusta mi amor? ¡Que rica estas! ¡Me encantas!” en determinado ya avanzado el coito con mi verga dentro de ella y moviéndonos al ritmo de coito, le dije que cambiáramos de posición y le indique que se pusiera en cuatro patas la clásica posición de perrito, por lo que ella me pregunto, “¿te gusta mi culito?” yo no acababa todavía de asimilar estar teniendo sexo con aquella adolescente y que ella me hiciera esa pregunta, me hizo pensar que ella necesitaba más nivel de cachondería, así que le empecé a dar estocadas leves intercaladas con fuertes empujones de palo dentro de ella, la poseía agarrándola de las caderas fuertemente se escuchaba el choque de mi pelvis con sus nalgas en nuestros oídos eran aplausos para esa unión carnal que teníamos, y de repente trataba de darle nalgadas suavemente para no espantarla, ella solo gemía y podía ver su rictus de placer en su cara, que daba frente al espejo de esa catedral del sexo, tenía a ...
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