1. Asesoría en programación o asesorando a la p... con su tesis


    Fecha: 04/02/2018, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Alien_system, Fuente: CuentoRelatos

    ... esa morenita empalada con la boca abierta emitiendo gemidos y palabras que a veces no se distinguían, y mi verga dentro de ella queriendo penetrar lo más que se pudiera, nalgueándola y en algún momento de éxtasis la tome del cabello para cabalgarla y retraer su cabeza hacia atrás en esa posición, mientras mi verga se hundía en esa vulva ardiente yo jalaba de sus riendas de aquella potranca, y en ese lapsus de placer se me escapo decirle “¡Eres mi putita! ¡Eres una perrita putita!” yo esperaba algún tipo de rechazo o que bajara la excitación si es que no le gustaba lo que le decía, pero las sorpresas aún continuaban (Y más me animo el haberle escuchado la pregunta de que si me gustaba su culo) ya que eso la prendió porque respondió afirmativamente “¡Soy tu puta!”, “¡Soy tu perra golosa!”, “¡Eres mi macho, mi hombre!”, “¿Te gusta mi culo verdad?”, esa palabras me calentaron de sobre manera, ya que me excitaba lo caliente que era esa niña. Dejaba de ser una niña fresa de la mañana, para ser toda una putita en la cama.
    
    Como en todo encuentro hubo una pequeña pausa para encontrar otra forma de unir nuestros cuerpos, en la habitación había un sillón tantra que tiene una forma especial para poder realizar posiciones placenteras en la unión de dos cuerpos que se están dando placer, así que nos movimos a este ahora yo recostado sobre la base boca arriba y ella subida en mí se ensartaba mi verga en su vagina bella, que no estaba ni muy peluda ni depilada, solo bien cuidada, abrió ...
    ... sus labios y fue metiendo mi pene dentro de ella, yo tenía frente a mi su cara juvenil, sus senos colgando ante mí con su pezón erecto fruto de aquella excitación que estábamos viviendo, mientras era testigo de cómo ella dirigía la maniobra de dirigir mi estaca hasta lo más profundo de su concha. Yo solo le tomaba de la cara para besarla mientras nos mirábamos a los ojos. lamia y mamaba de sus ricas y juveniles tetitas, mientras la penetraba con frenesís su rica puchita se contraía, como ella llevaba el control a veces lo hacía suave y en otras ocasiones lo hacía duro, moviendo sus caderas en círculos tratando de sentir el mayor placer, haciendo el torso arqueado hacia atrás, tocándose la cara y los pechos mientras yo la sostenía de la cadera, ella entre abría la boca, gemía y balbuceaba palabras frente a mí, sus palabras eran “que rico...”, “así, duro...“ , “Masss…” sentir el placer cuando lo sacas y lo vuelves a meter profundo, la fricción de mi pene en sus paredes vaginales era inmensa, en verdad parecía que estábamos hechos el uno para el otro, la fricción le sacaba gemidos de placer... “así mi macho, cógeme, soy una puta... soy muy puta...”, cambiamos de posición ahora ella viendo hacia atrás, veía la silueta de su cuerpo como se movía en nuestra danza sexual abriéndose las nalgas y volteando a verme mientras le daba nalgadas, eso nos prendía, cambiamos en varias posiciones ahora en la cama, la puse patitas al hombro y ella sentía mis embestidas más profundas, gimiendo más ...
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