Jhon y Morena P1. - Relatos Eróticos

Jhon y Morena P1.

El salitre en el aire impregna todo a su paso, ese aroma inconfundible de las zonas costeras, desapercibida para los locales, pero atenuada en los foraneos.  el calor y el sofoco propio de la media mañana, el sol que minuto a minuto se hace más fuerte y la sequedad en la garganta parecen mostrar que el tal descanso esperado solo se consigue al incomodar los sentidos con algo deliciosamente inusual. 
La morena miraba a través de sus gafas de sol la fachada del hotel, la locación es de ensueño; edificaciones de madera y algo de cemento, colores vivos, palmas, salones amplios y abundante vegetación, complementaban a la perfección la vista al mar que este complejo ofrecía.  personas de todas las razas adornaban el ambiente vacacional.  sol, playa, arena, todo lo que se podía esperar.
El viaje planeado entre la morena y dos amigas tenía para estas ultimas, mayores propósitos a los de solo descansar y salir de la rutina; dejar en la ciudad todo atisbo de moralidad, mojigatería y las falsas buenas costumbres que en base a reprimir sentimientos trata de que todos estemos en armonía, desconociendo que el equilibrio entre lo que debemos ser y lo que deseamos ser permite que la cordura se mantenga a flote.  Para morena, el salir de la rutina era aliciente suficiente.
En un principio habían planeado alojarse en habitaciones separadas, pero la morena sabía que eso era dar facilidad al desenfreno de sus amigas y a que cualquiera llegase a ella, no es una chica fácil.  De momento no le ...

... interesaba o no pasaba por su cabeza algo más que la entrega al confort y descanso que aquel sitio podría ofrecer, así sus amigas pensaran lo contrario.  Las habitaciones estaban en pequeñas torres repartidas por todo el complejo, 3 pisos cada torre, dos habitaciones por piso, una en frente a la otra, la habitación A del tercer piso fué la que les designaron al hacer check in, camas amplias, ventanales con vista al mar y a la pequeña selva que se formaba detrás del hotel.
El día había transcurrido con normalidad, habían decidido desempacar, salir a almorzar, y luego pasar la tarde en la piscina tomando cócteles y dejando que el ambiente caribeño se impregnara aún más en sus pieles.
Morena recordó que su cámara estaba en la habitación, y el atardecer era digno de inmortalizarlo en una foto, por tanto fue a recogerla.  Al salir de la habitación, la puerta de enfrente se abría y las dos miradas se cruzaron con marcada sorpresa de parte y parte.
-Feo? 
- feita? que carajos hace aquí?
-Al parecer lo mismo que usted, de vacas.
-tiempo sin verla, vea no ha cambiado nada, sigue siendo la misma feita de siempre.
-tan bobo, cuando llegó?
-ayer, voy a pasar unos días aquí con unos amigos.
-ha bueno, que coincidencia.  Entonces nos veremos al rato.
-rara coincidencia.  dale, bye.
Feo era la manera que tenía la morena de decirle a Jhon, se conocían de varios años atrás, en la villa donde los padres de ambos habían nacido.  cada uno llevaba su vida por separado, ocasionalmente ...