Jhon y Morena P1. - Relatos Eróticos

Jhon y Morena P1.

... espacios con los demás jóvenes de la villa y se dieron cuenta que ya eran varios años de conocerse, que aunque pensaran distinto, los temas fluían, y el paso del tiempo no parecía afectarles.  Morena llevaba una blusa de tiras y short de jean, sus hombros desnudos y el cabello ondulado que danzaba al ritmo del viento marino lanzaban mechones al rostro que constantemente eran pasados por detrás de su oido con un sutil movimiento de manos.  De rostro cautivo y mirada directa, sus ojos claros no pasan desapercibidos, una vez los miras es difícil no querer volver a ellos una y otra vez.  de labios delgados pero bien definidos, cuando sonríe pareciese que el mundo se detuviera, armonía, misterio y delicada belleza es lo que mejor la define.  Aunque físicamente es delgada, su silueta es agradable a la vista, de piernas y cola firmes que resaltan debajo del short son perfectamente armónicos con un busto natural de medio tamaño que se oculta en el corto escote de su blusa.  El viento, el agua y la temperatura de la noche, habían acercado inconscientemente a los caminantes que buscaban calor, aunque ambos querían ninguno se animaba a acercarse más de lo que los limites de la amistad permiten.
-ya estamos lejos del hotel feita.
-ay sí, no me había fijado, que horas son?
-ya la 1 a.m.
-queee?  mis amigas me van a matar
-regresemos.
Al ingresar nuevamente al hotel y pasar por la discoteca, no encontraron a las amigas de morena.
-acompañeme a ver si están en la habitación
-si ...

... claro, igual voy para allá, no se acuerda que la mía queda en frente a la suya.
-ha cierto.
al entrar en la habitación encontró una nota en la mesa de noche que decía
(tonta, la estuvimos llamando, regresamos pronto)
-me dejaron sola, ojalá estén bien.
-si tranquila, deben estar en alguna de estas torres, la ventaja de que el hotel sea retirado de la ciudad es que no pueden irse a otros sitios.
-y ahora?
-nada, tranquila, no hay de que preocuparse, deben estar disfrutando sus vacas -dijo Jhon picando el ojo-
-jajajaja, pues sí, ellas saben a qué vinieron.
En ese punto cruzaron miradas, un silencio de unos segundos que parecía una eternidad, la quietud de la madrugada y la habitación sola invitaba a lo perfectamente posible.  Jhon no se animaba a dar el paso, aunque la química existía no era muy bueno en interpretar señales.  El hace rato dejó de verla como una simple amiga, una fuerza invisible lo llevaba hacia ella, el frío en las manos la espalda tensa y la sequedad en los labios lo delataban.  Pero no estaba seguro si de igual manera pensaba morena.
-Bueno, me iré a descansar, mañana hay actividades de kayak, ¿vamos?  (fue lo único que se le ocurrió decir a Jhon para romper ese silencio cómplice)
-Ho! si, claro, lo acompaño - dijo morena exaltada como volviendo en sí, sus ojos se habían perdido en la mirada de Jhon, sabía que detrás de esa mirada seria y esas maneras educadas de actuar, se escondía un depredador deseando más que palabras y cruces de mirada.
-super, ...