Helena y una placentera estadía en Cuba
Fecha: 05/02/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Sexo Interracial
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... nos resultó muy agradable y simpático en su conversación. Pude notar que, de vez en cuando, Helena bajaba la mirada hacia la entrepierna del negro, que llevaba un pantalón de color blanco muy ceñido que no lograba ocultar demasiado lo que tenía entre las piernas.De repente, él se inclinó hacia Helena y la invitó a bailar. Ella aceptó encantada.Se ubicaron en medio de la gente, en un sitio desde donde yo los veía perfectamente. Edmundo empezó a bailar de una forma más que decente, pero a medida que iba pasando el tiempo, empezó a acercarse más. Agarrándola por las caderas, la guiaba en el baile, la ponía de espalda y como no queriendo, apoyaba su poderosa entrepierna contra el redondo culo de mi amiga, que se adivinaba hermoso debajo de su pollera bien ceñida.Al cabo de tres o cuatro canciones y después de haberla toqueteado por todos los rincones de su cuerpo, volvieron a la mesa.Un rato después Helena dijo que hacía demasiado calor allí y que podríamos ir a disfrutar del fresco aire acondicionado de nuestra habitación y tomarnos allí otra copa.Al llegar a la habitación, Helena fue directo al baño y Edmundo se acercó a decirme:“Tu amiga es un volcán en erupción… vas a quedarte a presenciar cómo me la cojo?”.Le dije que estaba de acuerdo y que me quedaría a observarlos mientras me masturbaba, pero que debería conformarse solamente con Helena, ya que yo esta vez sólo sería testigo de todo lo que se le ocurriera hacerle a mi amiga…Estábamos teniendo esa conversación, cuando ...
... Helena salió del baño. Al verla, al negro casi se le cayó la mandíbula al piso por la sorpresa, ya que mi amiga se había quitado la pollera y la tanga. Su pubis perfectamente depilado dejaba ver sus labios vaginales entreabiertos y brillando en la penumbra de la habitación. Noté que se había colocado un gel lubricante en la entrada de su dulce vagina, seguramente había pensado que el negro tenía una verga enorme…Me miró de reojo y no dijo palabra, pero ambas entendimos que se iba a hacer coger por ese perfecto desconocido frente a mis ojos y que por supuesto, tenía mi aprobación total.Sus hermosos pechos estaban cubiertos por una delgada camiseta de algodón casi transparente, que dejaban traslucir sus pezones bien erectos. Unos tacos altos realzaban la belleza de sus interminables piernas.Así desnuda como estaba, comenzó a moverse al ritmo de una música imaginaria, acercándose al fornido cuerpo de Edmundo. Por supuesto, él se puso a bailar con ella, pero sin tocarla.Yo me quité la pollera y deslicé mi tanga hasta mis pies para masturbarme con más comodidad y me senté en un amplio sillón a disfrutar del espectáculo.Ella ahora tenía los brazos levantados abrazándolo por el cuello y él suavemente le acariciaba las caderas. Bailaban despacio, moviéndose lentamente y cuando la cara de mi amiga quedaba hacia mí, podía ver que estaba con los ojos cerrados, la boca un poco abierta y respirando profundamente.Luego de un par de minutos, repentinamente Edmundo la tomó por la cintura y la ...