1. El vagabundo y su dama (Parte 4)


    Fecha: 08/02/2018, Categorías: Infidelidad Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... de nuevo. Es mejor que lo esperemos, así yo me recupero un poco, y tú lo recibes con más ganas.
    
    De acuerdo le dije, tienes razón, vamos a descansar un poco. Lo malo es que no se si seré capaz de dormirme con esta calentura que tengo.
    
    Vamos a intentarlo dijo el vagabundo, poniéndose a mi costado y haciendo que le diera la espalda. Me acurrucó a su pecho, y llevando sus manos a mi pobre polla, hizo que mi culo quedara pegado a su pelvis, volviendo a intentar dormir otro poco.
    
    Cuando desperté de nuevo, ya eran las 8:10 de la mañana, y ya le había abierto la puerta el vagabundo al viejo argentino.
    
    Traía la misma ropa que la noche anterior, una sudadera y un pantalón de chándal Nike. Fue con el vagabundo a la cocina donde dejó lo que traía, viniendo de vuelta ambos para donde dormíamos el vagabundo y yo.
    
    Buenos días, dijo nada más entrar, llevando su mano a mi culito.
    
    ¿Cómo tiene el putito esta linda colita?
    
    Yo no contesté nada, pero moví mi culo cómo apartándoselo de su mano, mientras me desperezaba.
    
    Caliente y con ganas de polla dijo el vagabundo. Es una damita muy viciosilla y caliente. Está deseosa de que lo preñen y lo dejen embarazado.
    
    ¿Verdad mi damita? Dijo el vagabundo metiéndose en la cama y abrazándome a él.
    
    El viejo no esperó más, empezó a sacarse la ropa que traía, y cuando estuvo desnudo por completo, mostrándonos su enorme e hinchada verga, fue por el costado donde me encontraba yo, ofreciéndome aquella enorme polla. Dijo el viejo ...
    ... argentino, pues mirá que pija tenés, es toda para vos.
    
    Dios, menuda polla que se gastaba el cabrón del viejo. Seguro que estuvo toda la noche pensando en darme por el culo de nuevo. Joder, y el muy cabrón venía en plena forma.
    
    Me incorporé llevando mi mano a aquella verga que me apuntaba, y sujetándola con mis manos, saqué la lengua, y mientras iba corriéndole la piel del prepucio hacia atrás, lamí con la punta de mi lengua la cabeza del glande. Seguí pasándole la lengua por ella, hasta que abrí la boca para meterme el glande y empezar a chupárselo.
    
    ¡Ohhh que rico lo haces! Así, así, chupá putito. Chupá la pija, decía el muy cabrón, llevando sus manos a mi cabeza empujándola para meterme más la polla en mi boca.
    
    Joder, solo era capaz de tragar la mitad de aquella enorme verga del viejo, y el hijo de puta seguía empujando.
    
    Saqué la polla de mi boca, diciéndole al viejo, fóllame. Me di la vuelta poniéndole mi culo a su disposición, diciéndole, métemela y dame por el culo, quiero que me folles y me dejes preñado.
    
    Querés pija, ¿eh? Querés que te abra el potito, eh putito.
    
    Sí, quiero polla, quiero que me abras el culo y me folles, le contesté.
    
    Pues vamos a darle pija a esta colita, maricón. Te voy a romper este potito de puto que tenés, te vamos a preñar esta colita pedazo de puto, hasta dejarte embarazado.
    
    El viejo sujetándome por las caderas, tiró por mí hasta dejar mi culo al borde de la cama, y así cómo estaba a 4 patas, llevó su mano impregnada en saliva ...
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