1. Cartas a mi esposo


    Fecha: 10/02/2018, Categorías: Incesto Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos

    ... orgasmos.
    
    De repente, sentí unas manos que me obligaban a inclinarme hacia delante, hasta quedar recostada sobre mi amante de turno. Una nueva polla empezó a hurgar por detrás. Yo pensaba que me la iba a meter por el culo, pero me equivoqué. Sentí dilatarse mi coño con una nueva invasión. Notaba cómo iba entrando una nueva polla que, al tener el espacio ya ocupado, forzaba mi coño a dilatarse para admitirla.
    
    Una vez conseguido, se movieron adelante y atrás, perfectamente sincronizados, haciéndome sentir la fuerte presión y el roce de ambas pollas. Estaba en los límites de un nuevo orgasmo, cuando me sujetaron y empecé a sentir que una nueva polla hurgaba en mi culo. Enseguida descubrí que se trataba de la de Juan, por su tamaño y grosor. No sé cómo lo hicieron, pues no tenía fuerzas para mirar, pero, en un momento, me encontré con tres pollas dentro. Otra polla más entró en mi boca y todos empezaron a moverse. Yo alcancé un nuevo orgasmo que no tenía fin. Era un placer constante, que partía desde el interior de mi sexo y llegaba hasta mi cabeza, embotando cualquier otro sentido. No sé si me desmayé, quedé en algún tipo de trance o no sé qué pasó, pero no me di cuenta de cuando terminó todo.
    
    Al día siguiente desperté en la cama, que más parecía una bañera de esperma, mierda y jugos vaginales, sola, sin nadie alrededor ni tampoco en la casa, pues tampoco acudieron cuando pedí ayuda al intentar levantarme y no poder hacerlo.
    
    Mis piernas estaban acartonadas. Mi sexo ...
    ... irritado como nunca. En mi ano casi cabía mi mano y el gusto en mi boca era asqueroso. Eso sin contar que mi cuerpo estaba literalmente bañado en semen.
    
    Medio arrastrándome, llegué a la bañera, donde me dejé caer, abriendo los grifos para que se fuese llenando. Mucho más tarde salí, y casi sin secarme, me fui a la habitación de invitados, donde he permanecido acostada hasta hoy. Tengo que reconocer que tu hermano ha sido comprensivo estos días y no me ha tocado para que todo volviese a su estado natural.
    
    Ahora te dejo, Juan me llama porque vamos a salir a comprarme ropa más apropiada, según me dice.
    
    Besos
    
    Yolanda
    
    ********************
    
    Hola Roberto.
    
    Perdona que haya tardado más de tres meses en escribirte, pero ha habido muchos cambios y no he tenido tiempo.
    
    Me habías colapsado la cuenta de correo por la gran cantidad de mensajes que había retenidos. Los he borrado todos de un plumazo, sin leerlos. Gracias por tu preocupación por mí. Vino la policía y pudo comprobar que todo estaba bien. Espero que te informasen adecuadamente.
    
    Tengo una cita dentro de unos minutos, por lo que dispongo de muy poco tiempo, así que te haré un resumen.
    
    La última vez te conté que íbamos a comprar ropa y eso hicimos. Juan me hizo vestirme y me llevó a varios grandes almacenes y sex-shops donde me estuvo comprando de todo, desde lencería a bolsos, pasando por camisones, vestidos de fiesta, de calle, ropa fetichista, consoladores, látigos. Algo increíble. Cuando le dije que ...