1. Un pervertido con máquina de taladrar


    Fecha: 12/02/2018, Categorías: Confesiones Autor: Juangalan, Fuente: CuentoRelatos

    ... un amigo utilizaron mi agujero para espiar a Clara.
    
    Intentaré no pensar en eso, que me enciende la sangre por muy cínico que suene.
    
    El caso es que por fin volvió el resto de la familia y mi impaciencia y la falta de ocasiones me tuvo muy tenso una temporadita, pero al fin un día de mediados de septiembre, en que celebrábamos el cumpleaños del padre, estábamos todos medio adormilados en el salón después de la excesiva comilona cuando Sandra dijo que se iba a duchar para salir. Yo me puse nervioso y evalué la situación: el hermano como de costumbre no había estado en la celebración, la madre estaba casi k.o. en un sofá, el homenajeado tres cuartos de lo mismo y mi novia no quitaba ojo de la película de la tele. Le dije que si no le importaba iba a fregar los platos y ella me lo agradeció. Salí nervioso del salón pero conteniéndome y simulando desperezarme hasta que crucé la puerta, luego fui literalmente corriendo hasta la cocina y creo que al apartar las sillas apiladas hice mucho ruido, a mí al menos me lo pareció, pero me costaba hacer cualquier movimiento con un mínimo de coordinación por la excitación. Me agaché, y tras alargar el cuello y agudizar el oído temiendo escuchar algunos pasos acercarse que dieran al traste con todo, cosa que no ocurrió, acerqué el ojo al agujero.
    
    Veía la cortina de la ducha cerrada, y nada más, se me hizo eterno el momento hasta que apareció la deseada hermana en el campo de visión que me regalaba el taladro. Las dos hermanas son ...
    ... parecidas físicamente, ambas morenas aunque mi chica siempre suele llevar el pelo corto y su hermana largo y normalmente rizado. Sandra es un poco más bajita, aproximadamente un metro sesenta y también un poco más rellenita, que no gorda, las dos tienen vertiginosas curvas. Lo que siempre atrajo mi mirada eran sus tetas, aún más grandes que las de Clara que usa una 105, eran el foco central de mi deseo de mirón y pensar que iba a poder verlas me tenía en tensión extrema.
    
    Ya se había quitado los pantalones, llevaba unas bragas blancas que a falta del último gesto de bajarlas me dejaban casi ver un culo redondito y prominente muy parecido al de Clara, pero al ser "prohibido" me pareció aún más sensual. Al ser un poco más bajita por poco no lo veo entero, el radio de visión sólo me obsequiaba con unos centímetros de muslos. De espaldas a mí abrió la cortina de la ducha y el grifo, en un rápido movimiento se quitó la camiseta y se desabrochó el sujetador, arrojó ambas prendas al cesto de la ropa que tienen al lado sin dejar de darme la espalda dando más suspense al ansiado momento de contemplar sus pechos, pero para compensar puso ligeramente el culo en pompa ante mí al quitarse las bragas. Inconscientemente llevaba desde el principio tocándome, pero lo dejé al ver que me podía correr en cualquier momento, cierta zona de mi pantalón parecía una tienda de campaña. Se metió en la ducha y justo en el momento de cerrar la cortinilla se puso de perfil, no sé qué fracción de segundo ...