Con un gay y un bi en el jacuzzi (Tas la despedida de soltero 2)
Fecha: 14/02/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Pidroso, Fuente: SexoSinTabues
... y de actos benéficos que organizaban los padres de mi colega, me invitaron a su boda y les confirmé mi asistencia. Me caían muy bien ambos, Lorenzo era muy simpático, agradable y era Inspector de Hacienda el cabrón por lo que era mejor llevarse bien con el jajajajaja. Luisa, la que sería su esposa, era un tremendo pivón y no pocas pajas me había hecho en su honor desde que la conocí. Me molaba mogollón, tanto, que hasta había abierto una cuenta en el banco en el que trabajaba para poder verla de vez en cuando. Me ponía muy cerdillo la boquita de piñón que tenía la condenada y no digamos su trasero, que era de matrícula de honor. Soy un salido, no lo puedo negar, jajajaja. Pero las parejas de los colegas eran intocables, una putada si señor, porque Luisa sería la típica tía a la que le hubiese metido ficha a ver si salía algo jajaja. Lo dicho, acepté asistir a su enlace y hace unas semanas Diego me comentó que estaba organizándole una despedida de soltero a su futuro cuñado como buen padrino de boda que era. Por supuesto que me apunté en cuanto me lo dijo, me apetecía correrme una juergaka de tíos y Diego la estaba organizando de puta madre. A ver si esa noche follaba y ya sería la juerga perfecta jajajaja. La semana previa ninguna de mis dos follamigas había podido quedar para follar conmigo porque tenían movidas familiares. Joder, lo de liarse con casadas estaba guay pero tenía esas cosas, que había semanas que estaba en blanco y con los cojones a tope. Pues así, más ...
... salido que de costumbre llegué al Sábado de la despedida. Por el grupo de WhatsApp se había dicho de ir todos en traje y que llevásemos una mochililla con ropa porque dormiríamos en el Parador del Castillo que es donde sería el final de la fiesta. Joder como se lo curraba el Dieguito, ¡iba a ser una fiesta cojonuda!. Preparé la mochila con un jean azul, una camiseta, unos gayumbos y un pantalón de deporte holgado que tengo y con el que me mola dormir, y me vestí. Lo del traje al uso no me apetecía la verdad y decidí ponerme americana pero ir más informal. Si me emborrachaba esa noche, cosa que parecía lo suyo, prefería ir lo más cómodo posible. Así que me puse unos vaqueros negros ajustados que me hacían un buen culo y un buen paquete y con los que había pescado algún rollete con alguna pava de las que les pone un buen culo, unas bambas de vestir que había comprado hacía dos semanas en una tienda de Clarks, una camiseta negra con recortes que tenía de Desigual y una americana gris. Le di algo de espuma a mi media melena jarrincha y salí hacia el Mesón Río que era donde habíamos marcado la cita. No quería llegar tarde porque el organizador del evento, mi colega Diego, era un puto obsesivo de la puntualidad y no quería aguantar su bronca por retrasarme. Llegué al mesón a las ocho y veinte y ya estaba uno de los colegas del novio, Raúl, un tiarrón pelirrojo que parecía escocés o irlandés por si aspecto pecoso. Lo conocía de alguna movida en la que habíamos coincidido y me caía bien. ...