1. Las mejores maestras


    Fecha: 14/02/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... de 130 cm.-, contestó ella con una sonrisa orgullosa.
    
    Yo- Son preciosas...
    
    Mi hermana se rió con mi comentario y sus voluminosas tetas empezaron a temblar. Ahí ya no pude más y me lancé hacia ellas. Las acaricié, las estrujé, las lamí, las chupé y las mordí. Eran blanditas y estaban muy calientes. Mi hermana seguía riendo, al tiempo que me acariciaba el pelo. Me apartó y se abrazó los pechos, mirándome con cara de lascivia. Después se llevó la mano a la boca, se la lamió y me acarició un momento la polla con su saliva. Se arrimó a mí, me empujó hacia atrás y empezó a hacerme una estupenda cubana.
    
    Empezó lentamente y luego aumentó el ritmo. Así estuvo unos 2 ó 3 minutos. Yo no aguantaría mucho más.
    
    Yo- Me voy a correr!.
    
    Mó- No!, espera, hermanito.
    
    Sonrió. Me agarró la polla con su mano derecha y se la acercó a la boca. Comenzó a darle besitos en el capullo, después la lamió entera y a continuación se la metió de nuevo entre las tetas. Las apretó y nuevamente empezó a follarme la polla con ellas. Cada pocos movimientos sacaba la polla de entre sus tetas y jugueteaba con su lengua en mi capullo, lo que provocaba que yo me arqueara y mis rodillas se aflojaran del placer que alcanzaba.
    
    Todo esto se repitió 4 ó 5 veces. Mis cojones estaban hinchados, deseando expulsar su preciada carga.
    
    Yo- Si sigues así me va a salir muchísima leche, advertí a mi hermana.
    
    Mó- Es lo que deseo, contestó.
    
    Me puso a cien.
    
    Mó-Córrete ya ...
    ... entre mis tetas, hermanito!
    
    Empezamos a gemir los dos a la vez. Yo porque me corría y Mónica, para ponerme caliente.
    
    Los primeros lecherazos empezaron a salir a borbotones, espesos, y le caían entre las tetas, la cara, los ojos y la boca, la cual mantenía abierta. Algunos chorretones le llegaron al pelo.
    
    Acabamos agotados los dos, abrazados y felices ambos, por lo que acabamos de vivir. Cuando me disponía a cerrar los ojos para descansar y dormir un poco, Mónica me lo impidió. Me pidió que le explicase, que había querido decir con lo de que hacia años que soñaba con sus tetas. Así fue como empecé a explicarle lo que había visto 7 años antes, escondido en el balcón de la habitación de mi padre junto a Conchi.
    
    Eso pareció entristecerla un poco. Le recordé incluso, que al día siguiente me había quedado embobado, mirándole las tetas mientras ella me despertaba. Para animarla le confesé que gracias a lo que pasó aquella noche, tuve un despertar a la vida sexual de lo más placentero.
    
    En resumen, acabé teniéndole con contar todo el relato que aquí, pagina a página he ido detallando. Es por ello, que al rememorar todos los hechos vividos, me he decidido a compartirlos con quien quiera leerlo. No lo hice antes, porque el círculo no estaba cerrado. Ahora, al haber podido poseer a Mónica, si.
    
    Al acabar de contarle todo (no salía de su asombro) empezó a reír; me besó, nos besamos y nos quedamos dormidos completamente exhaustos de tanto placer… 
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