1. Los dos momentos más importantes de mi vida


    Fecha: 15/02/2018, Categorías: Incesto Autor: rehott, Fuente: RelatosEróticos

    ... estaba eréctil, y se lo acercó a su hermosa boca y con esos labios carnosos comenzó a masturbarme. En un momento, sentí un placer enorme que me hizo retorcer de satisfacción, fue ahí cuando ella dejo de chupar y se empezó a tocar su vagina hasta llegar al orgasmo. Después de esto nos quedamos durmiendo en la misma cama toda la noche abrazados.
    
    Después de esa noche de placer, no se habló de ello nuca más, ella siguió su vida, con los años ingresó a la facultad. Yo seguí jugando al fútbol, cada vez me iba mejor, nos seguíamos viendo como si nada hubiese pasado.
    
    Una noche de verano en1887 la familia se fue a dar una vuelta por la costanera y nos quedamos solos en la casa de ella mirando una película en el sillón.
    
    Me contaba que se encontraba mal porque en este tiempo el único novio que tuvo se había distanciado de ella.
    
    Sus ojos se llenaron de lágrimas y entonces decidí abrazarla fuertemente. Al hacerlo sentí sus enormes pechos en el mío y me acordé de de aquella lejana noche de 1978.
    
    Ahora ...
    ... yo tenía diecisiete años y ella veinticinco. Se me erctó el pene y ella lo sintió, me miró y me sonrió. Inmediatamente le saqué la blusa le chupe sus ricos y grandes pechos, con los pezones bien duros por unos minutos después le quité un short y le chupé con muchas ganas su hermosa vagina negra por fuera y rosada y jugosa por dentro. Ella gemía y gritaba de placer, agarraba fuertemente un almohadón y también lo mordía.
    
    Cuando saqué mi pene de veinte centímetros duro, colorado, caliente y jugoso, para penetrarla, ella lo vio y se agachó para meterlo en su boca, yo la deje y entre dos o tres vaivenes volvía a sentir aquel enorme placer de terminar en su rica boquita que me elevó hasta las estrellas.
    
    Después tuvimos relaciones hasta las tres de la mañana en ese bello sillón.
    
    Ahora ya tengo cuarenta y dos años y mi prima cincuenta, no vivimos más en Morón. En la vida nos ha ido bien, los dos somos profesionales con familia y con una buena relación ya que nos vemos todos los ocho de cada mes.
    
    Rehott 
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