1. Papá nos sorprende


    Fecha: 16/02/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    No hay nada mas cachondo, romántico, fraternal que tener una relacion de incesto. Se juntan de una manera muy ìntima el cariño de familia y el deseo sexual. Lo que les cuento es una historia real, sucedió en 1995, tenia yo 11 años. Mi papá tenia 42 y mi hermano tenia 14. Nada de esto que van a leer es inventado. Les cuento lo que sucedió con todos los detalles que recuerdo. Les describo a mi hermano, luego me describo yo, él era un adolescente con la hormona al 100, yo un puberto extasiado por los cambios que veía en mi cuerpo. Los dos somos blancos, en contraste con mi padre que es moreno. Mi hermano de cabello rizado negro, grandes ojos color de almendra, con enormes pestañas rizadas y cejas negras pobladas. Yo soy un poco mas moreno que mi hermano, con grandes ojos almendrados obscuros, una boca muy bien delineada y cejas pobladas negras que caracterizan a la familia de mi padre. Los dos desde niños hemos sido bastante nalgones, también heredado del lado de la familia de mi papá. Mi hermano y yo habíamos empezado a tener sexo medio año atrás. Todo empezo jugando "luchitas", luego a someter uno al otro, a veces terminabamos golpeándonos de verdad y tenía que intervenir mi madre, después escaló a dorminarnos y después a someternos y frotanos uno encima del otro, un día como cualquiera de juego yo senti su pene erecto sobre mi vientre. Se hizo normal tener erecciones mientras jugabamos. Un día en que yo sólo traía calzones y el short, y así de repente un día nos encontramos ...
    ... desnudos frotándonos, así fueron escalando las cosas de tono y un día me pidió que se la mamara y acepté. Me encantaba el olor sudado que emanaba, su verha mucho más grande que la mía y más gruesa, la forma en que me tomaba de la cabeza y me cogía por la boca, sus suspiros de placer cada vez que me atragantaba con su verga en la garganta. No recuerdo exactamente cómo pasó pero un día me comenzó a acariciar el ano mientras yo le hacía la mamada, por varios días sólo haciamos eso, mientras yo lo mamaba él me metía uno o dos dedos. Un día sin más se puso atrás de mi y comenzó a metermela, yo me dejé, me dolió mucho y traté de zafarme pero no me dejó, el dolor pasó y sólo me quedó una incomodidad. ¡Qué lejos estaba de saber entonces lo mucho que me iba a gustar! El tenía sus noviecillas pero aun así me cogía. Aprovechábamos cualquer momento para coger, compartiamos un cuarto y sin falta todas las noches me daba para dentro, yo dsisfrutaba inmensamente aquello. Hacía dos meses exactamente de que habíamos empezado a coger mi hermano y yo (y 4 de estar jugando sexualmente) cuando sucedió lo que les cuento. Mi abuela paterna estaba agonizando en el hospital y mis papás hacían turnos para cuidarla, era verano y no ibamos a la escuela por lo que pasabamos todo el día cogiendo en cualquier rincón de la casa, mi sitio favorito era la recámara de mis padres. La cama era mucho más grande que las nuestras y podíamos hacer muchas cosas, aparte de que secretamente me daba mucho morbo pensar ...
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