Semen blanco, piel negra. Todo el color del sexo
Fecha: 17/02/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos
Al momento de escribir este relato aún conservo el calor de la cama compartida, su perfume de la noche anterior persiste en la almohada. Hoy al despertarme, totalmente al palo, con el choto recontra duro por la excitación de solo pensar que en la tarde nos encontraremos, con Xoana, para repetir la experiencia de ayer, en el mientras tanto voy a recrear y matizar la espera relatando este suceso por sus características tan insólito y excitante como erótico y lujurioso.
Voy a intentar ordenar la secuencia de los hechos para hacerlos entendibles, no es fácil, son tantas las emociones y nuevas las sensaciones que cuesta asentarse en el estado de cosas tal como se presentaron. Como dicen los viejos, empecemos por el principio…
Soy dueño de un depósito de materiales eléctricos, por estos días sin actividad para realizar el balance e inventario semestral, se había terminado la tarea del día, el personal afectado a la tarea retirado, bueno eso creía. Estaba recorriendo el primer piso, mirando sin mirar, café en mano, sin apuro.
Al pasar delante de la oficina, la veo a Xoana, una empleada muy especial. Se destaca entre el resto de las chicas empleadas, por la graciosa cadencia en su forma de hablar, un mix de español y portugués en armoniosa consonancia con el gracejo en los movimientos de su raza, joven mujer, negra, venida en la reciente ola migratoria de Cabo Verde. Está degustando un café, también mirando a la nada. Golpeo la puerta abierta para llamar su atención, giró ...
... la cabeza y dijo:
- Adelante, pase jefe. Quiere un café? Con crema?
- Si, por favor, pero negro… -me disculpo por decir algo sin intención de molestarla.
- No necesita disculpa, entiendo… pero las negritas también somos calientes como este café…
- Gracias. –recibo el jarrito con la infusión, tomo el pie para responderle. – Bueno… debo aceptar lo que me dices, si pudiera comprobarlo te diría si me dices la verdad…
- Ja, ja, podés – por primera vez nos tuteamos. – pensé que no se fijaría en esta “negrita”…
- No te lo creas tan así, te he mirado, pero temía que pudieras sentirte acosada, y no era intención ponerte incómoda. Sí me he fijado y más de lo que te imaginas…
- Solo fijado? Tal vez… alguna otra intención… hmmmm, te… le… brillan los ojos… hmmm
- Ejem… soy bastante torpe para disimular no?, tanto se me nota?...
- Y… sí. Pero eso importa?
- Creo que ya no.
En los casi seis meses que trabaja era la primera vez que nos encontramos sin compañía, como ahora, sentados frente a frente, escritorio por medio, y tuteándonos como viejos camaradas.
- Puedo ser indiscreto?
- Puede –fija la vista en una planilla, descorriendo el velo de sus íntimos pensamientos.
- Qué está pasando, puedo ayudar en algo... Aquí estoy, no muerdo y soy confiable…
Tenía gracia natural de su raza, transmitía vida y alegría por todos sus poros, pechos levemente hacia abajo, pezones paraditos y apuntándome, buena silueta, destacándose del conjunto las torneadas ...