1. CONFESIONES NINFOMANIACAS AUTOR MAPMAKER


    Fecha: 19/02/2018, Categorías: Confesiones Autor: mapmaker, Fuente: RelatosEróticos

    ... par de masaje para que la verga empezara a soltar un surtidor de esperma; ávidamente bebió parte de ella apañándola en sus manos parauntársela en la concha
    
    Llevaba puesto una falda corta y amplia lo que facilito que se despojara de sus bragas; el camionero inclinó el respaldo de su butaca y ella montó sobre él sujetándose al timón. La visión que presento enardeció la mente del camionero; las redondas nalgas mostrando el ojete y más abajo la palpitante y rezumante zanja completamente depilada.
    
    Le restregó la cabeza de la verga a todo lo largo de la ardiente abertura viendo como esta se abría pidiendo ser invadida; se fue sentando poco a poco sobre el grueso miembro embadurnado con el esperma recién eyaculado; fue desapareciendo poco a poco dentro de la empapada concha hasta topar con su pubis.
    
    Sentía su vulva rellena de carne, subía y bajaba dejando un resto cremoso sobre el grueso pene; el grosor del mismo expandía laentrada de su panocha al máximo ejerciendo un roce martirizante al inflamado clítoris; ella subía y bajaba sobre la gruesa verga tratando que el roce se prolongara, continuó saboreando, disfrutando con los ojos entrecerrados y la boca abierta, jadeando.
    
    El camionero le masajeaba los glúteos con el esperma eyaculada; poco a poco sus dedos se fueron acercando al fruncido orificio del culo; masajeó las orillas con la yema de sus dedos; el esfínter se entreabría palpitante pidiendo ...
    ... ser penetrado; uno de los gruesos pulgares desapareció dentro del orificio sacándole un gemido de satisfacción; el esfínter se contrajo causando contracciones vaginales que desencadenaron una eyaculación masiva dentro de la apretada concha.
    
    El otro pulgar desapareció dentro del lubricado ojeteaumentando su calentura; fuera de control, elevó sus glúteos dejando la verga cimbreante en el aire escupiendo chorros de semen; el entreabierto esfínter recibió un par dechorros de leche antes de que fuera invadido por la enorme cabeza.
    
    Completamente obsesionada quería sentir aquel grueso miembro dentro de su culo; este todavía seguía escupiendo leche facilitando la lenta e inevitable penetración; agarrada del timón cimbreaba sus caderas impulsando su cuerpo para clavarse toda la gruesa estaca; su rostro concentrado mostraba la férrea decisión de comerse ese trozo de carne.
    
    Poco a poco fue desapareciendo; el sudor empapaba su cuerpo ya para entonces desnudo; el camionero ayudaba entreabriendo los mojados glúteos; con el fascinante espectáculo del ojete relleno de carne, visión que no pudo resistir su cerebro que ordeno otra inminente eyaculación.
    
    Continuaron culeando hasta que ya el camionero no dio más y su verga entro en franca flacidez abandonando el apretado orificio, el cual ya no lucía tan apretado; al abandonar el mismo, este quedo entreabierto, palpitante, manando incesantemente la leche extraida. 
«12»