1. La reeducación de Areana (28)


    Fecha: 19/02/2018, Categorías: Transexuales Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... calentura y manoseaba a Elena casi sin cesar hasta que la agasajada se quitó las ropas y le rogó al Ama que hiciera lo mismo. Sólo Marisa y Milena conservaban sus ropas, pero por poco tiempo, porque al percatarse de eso Amalia les ordenó que se desnudaran, cosa que por supuesto hicieron de inmediato.
    
    Margui, que tenía en sus pezones oscuros los labios y la lengua de Eva, miró a Milena ya desnuda y sintió un aguijonazo de angustia y deseo. Ansiaba con desesperación a la asistente que, a su vez, como si hubiera captado ese sentimiento, miró a la jovencita, le sonrió con los ojos entornados y, a manera de muda pero elocuente promesa, deslizó su lengua lentamente una y otra vez por su labio superior, para después sonreírle sugestivamente.
    
    No se oía otra cosa que jadeos, gemidos, exclamaciones obscenas y, cada tanto, el restallar de un rebencazo contra el culo de alguna de las perras.
    
    Ese clima y el estremecido contonearse de las invitadas hicieron que Amalia advirtiera que debía poner fin a ese cuadro escénico y pasar al siguiente, para seguir demorando el desenlace orgásmico por pura crueldad; al menos el primero, porque seguramente habría varios a lo largo de la noche y ella ya no se ocuparía de retrasarlos sino que, por el contrario, quería que la fiesta terminara en un irrefrenable aquelarre sexual.
    
    -¡BUENO, BASTA PERRAS! –gritó y las esclavas retrocedieron en cuatro patas hasta agruparse en el centro del círculo cuando Eva se estaba ocupando del culo de la señora ...
    ... Zelmira; Areana del de Marta, la librera, y Lucía de la grupa de Elsa, una de las dos amigas de la comerciante.
    
    Muy calientes como estaban las invitadas, hubo protestas, airadas algunas de ellas, pero Amalia las cortó de cuajo, imponiendo su carácter, que no por nada era Ama hasta la médula:
    
    -Pónganse de pie y escuchen, mis queridas. Ésta fiesta es mi fiesta de bienvenida a Elena y se hace según mis reglas. Y si a alguna no le gusta se viste y se va ya mismo. ¿Está claro?
    
    La firmeza de la intervención logró desactivar de inmediato el amago de rebelión y hasta se escucharon pedidos de disculpas, pero el Ama fue por más. Interrogó una por una a las invitadas con la misma pregunta:
    
    -¿Se queda o se va, mi querida?
    
    Y la respuesta fue unánime, todas decidieron quedarse. La última en responder, con las mejillas encendidas, fue Margui:
    
    -Me… me quedo, Ama… Me quedo…
    
    Fue entonces que Amalia se dispuso a poner en escena el próximo cuadro, que iba a tener como escenario la Sala de Juegos. Pensaba ofrecerles a las invitadas el delicioso espectáculo del castigo BDSM a una de las perras. En efecto, luego de que las invitadas estuvieran nuevamente de pie y varias de ellas reclamaran una nueva copa de champagne para aliviar tensiones, el Ama le ordenó a Marisa que fuera en busca de una nueva botella y que le sirviera a cada una de sus invitadas, para después explicarles lo siguiente:
    
    -Ahora, mis queridas, vamos a disfrutar de una escena de sado… Una de las perras será ...
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