1. Juego con un desconocido


    Fecha: 19/02/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... Sonrío ante tu flagrante intento de altivez. Platicamos, y poco a poco sueltas tus candados, uno a uno. Sonríes, pero pareces recordar que no debes hacerlo, por lo que de inmediato, y más de una vez ahorcaste tus sonrisas. Respondemos a preguntas uno y otro. Notas que veo tus labios al hablar, traté de no ser obvio, pero lo notaste. Te invito a caminar un poco, y aceptas. Pago la cuenta y salimos del lugar. Reímos y bromeo contigo al caminar, te hago refunfuñar: –Entonces… Persiana americana es de Yahir de La Academia, ¿no? jajaja. –Grrrr… –Ruedas los ojos–. Tengo planeado conocerte, pero sin duda también estar a solas contigo, una opción clara en las charlas que hemos tenido e implícita cuando hablamos de vernos en persona. Andamos por pasillos de tiendas, libros, ropa, ¡videojuegos! Entramos a la librería a curiosear y escojo un libro que he de regalarte, te negabas a aceptarlo pero logré convencerte, era un libro que por más que buscaste no conseguiste encontrar, ¡tuvimos suerte! Entonces me acerco a ti y te propongo: –Oye bribona , aquí hay una sexshop, ¿quieres entrar conmigo? Sueltas una carcajada. –Ah, ¿si?, ¿y para qué quieres entrar conmigo? Juan, no seas codo, ¡¿cómo tener sexo en una cabina?! jajaja. Ríes mirándome a la cara, pensando que me cohibiría, pero no. –La habitación del hotel ya está reservada "venadita". Si te digo que entremos es porque quiero que elijas algo que sea un regalo para ti, que uses cuando quieras, conmigo o si mi. Quiero darte algo que te ...
    ... haga disfrutar… Esa es mi respuesta. A que no te la esperabas. Sonríes a mi respuesta y muerdes tu labio inferior. Caminamos juntos y entramos a la sexshop, ya dentro curioseamos un poco, vemos disfraces, juguetes, látigos. No elijes nada y yo “me doy el gusto” de elegirlo por ti. Ya en la caja pago y guardan tu regalo en una bolsa para que no se note en la calle, te lo entrego pero tu no sabes qué es . Aún. Salimos de la tienda y me preguntas - Juan, ¿qué me compraste? ¿Qué hay en la bolsa? –Hmm… no te puedo decir. Solo te puedo decir que es tuyo, podrás usarlo conmigo o cuando tu decidas. –Ah, ¿si? pues vamos. Esa respuesta no la esperaba, pero trato de aparentar seguridad, porque ante todo seguridad. –Dijiste que reservaste una habitación ¿no?, ¿queda lejos? –Me preguntas–. –Jajaja no, no queda lejos. Cuando te respondo me acerco a ti tomándote de la cintura, te miro a los ojos y me acerco un poco más, “un beso en los labios, tal vez…” pero termino en tu oreja izquierda para decirte suavemente: –Ya no te puedes retractar… voy a ser tuyo… Doy una leve mordida a tu lóbulo, te estremeces un poco y me miras a los ojos. –Ah, ¿si? ¿mío? No te he soltado, mis manos toman tus caderas y siento la piel de tu espalda, tibia. Me acerco más a ti, tal vez entonces me anime a besarte, tal vez me tomes de los brazos a forma de abrazo, tal vez sonrías y te sonrojes. –¿En verdad quieres ir conmigo? –Te pregunto–. Te sueltas de mis manos, das media vuelta y caminas. Espero un momento, y me ...
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