1. Apocalipsis


    Fecha: 21/02/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: CaballeroGris, Fuente: xHamster

    Jaime bebió un sorbo más de la botella de whisky y la dejó sobre la mesa. Convenía no beber demasiado para estar alerta. Se secó los labios humedecidos con el antebrazo desnudo. La primavera avanzaba despacio y los días cálidos iban llegando a mediados del mes de mayo, o tal vez ya estuvieran en junio.Miró a través de las tablas que aseguraban el amplio ventanal del salón, ahora reducido a una estrecha franja de unos diez centímetros por los que mirar y apoyar alguna de las escopetas si se aproximaban caminantes subiendo por esa zona de la colina. Todo estaba oscuro y en silencio. Su madre apareció por la puerta del salón con algo de cena: ensalada con productos de la huerta, que cultivaban en una pequeña parcela colindante a la casa y atún de una de las muchas latas que acumulaban en el sótano.Hacía meses, tal vez seis o siete, desde el suceso. Cuando la ciudad se sumergió en el caos Jaime escapó a toda velocidad con su coche, camino de la casa de sus padres en las montañas. La primera persona que vio fue a su padre, convertido en uno de ellos. Junto a tres caminantes desconocidos más luchaban por entrar en la coqueta y confortable casa de campo, desde la cual se escuchaban los gritos despavoridos de su madre luchando para que no pudiesen entrar.Se bajó corriendo del coche y se apresuró a la caseta del huerto, donde se guardaban una serie de armas, merced a la afición balística de su progenitor. Cuando corrió llamó la atención del grupo de cuatro caminantes, los cuales ...
    ... avanzaron lentamente hacia la caseta en la que acababa de entrar.Jaime se acomodó en un rincón con una escopeta cargada de balas, esperándolos. Anduvieron despacio, arrastrando los pies, con las mandíbulas desencajadas y la piel enrojecida y ensangrentada. Emitían ruidos torpes, como si tuvieran un apetito que jamás podrían llegar a saciar. Disparó a cada uno en la cabeza, conforme fueron entrando. Luego quemó los cadáveres en la zona de detrás del huerto y corrió para encontrarse con su madre dentro de la casa.Después de la cena se sentaron cada uno en un sillón. Ella frente a él. Habían pasado ya muchos meses y poco habían hablado de ello. Habían admitido la voluntad de Dios y a él le rezaban a diario porque no tuvieran que verse sumergidos en el cuerpo del diablo en el que tantas personas vivían inmersas; realmente rezaba ella, él a veces la acompañaba para no ofender sus credos.Desde aquel día se habían tenido que enfrentar a cinco caminantes sueltos, que habían ido a parar colina arriba hasta su propiedad. Fáciles de abatir, a Jaime le bastó con un fuerte porrazo en la cabeza con alguna de las herramientas de jardinería. Posteriormente quemaron a todos.Se habían fabricado lo que llamaban su lugar de supervivencia. Rodeada de montañas grandes, su casa de aspecto destartalado inmerso en un bosque en lo alto de una colina más baja, suponía un buen lugar en el que sobrevivir. No habían vuelto a ver a ningún ser humano normal desde entonces, lo cual ayudó a crear el ambiente de ...
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