Deseo saciado - Relatos Eróticos

Deseo saciado

... saludarle y me di cuenta que se quedó mirandome extrañamente, sonrei y despues al ir al baño me di cuenta porque se quedo sin habla mi tio al verme. Mi diminuto camison se trasparentaba todo mis tetitas e incluso mi pubis. Yo siempre duermo desnuda. Casi sin tiempo de reaccionar vi a mi tio por el espejo tras de mi. No me quitaba ojo y por momentos me sentí acosada. Mi tio se acercó a mi despacio y comenzó a acariciarme el pelo, me puse muy nerviosa pero la verdad es que yo estaba coladita por el. Poco a poco me fuí entregando a las suaves caricias que mi tio me daba en el pelo primero y luego en mi piel. Finalmente se acerco a mi boca y comenzó a besarme, le correspondí con mi lengua nerviosa. Aquel beso fue hermoso y sin mediar palabra mi tio me agarró de la mano y me llevó a su cuarto. Me tumbó y me empezó a comer todos los rincones de mi cuerpo. Hizo que delirara y que dijese cosas que no sabía porque las decia. Despues de correrme al menos tres veces mi tio se puso de pie diciendome que era insaciable. Fue la primera vez que veía su enorme polla.Era gorda y media ventisiete cm, eso ahora lo sé porque la he medido. Sin decirme nada la cogí con una mano y comencé a mamarsela, lo hicé sin descanso hasta que se corrió en mi boca, el sabor me encantó. Mi tio perdió el control por completo y me puso a cuatro patas follandome como un animal sin parar a pesar de mis gritos. He de reconocer que pase algo de miedo pero a la vez aquel sentimiento entre dolor y placer me volvió loca, corriendome con un gran chorro, otra sorpresa para mi. Me rendí a sus brazos diciendole que sería su putita todo el verano y la verdad es que no paaramos de follar. Hoy en día tengo dieciocho años y aun sigo con el... y no quiero a otro.