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Sorpresas te da la vida 1
Fecha: 24/02/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Por lo que era habitual sentarme a ver películas desde las 7 pm hasta las 12 AM que terminaban y mi mamá me preparaba una buena cena. Para ese tiempo mi mamá contaba con 38 años y era toda una ama de casa dedicada así padre y ami y así hogar. La llamare Sílvia y en esa época era delgada con cabello negro a media espalda y irme pechos grandes y caderas y nalgas grandes sin exagerar ,ese estatura mediana y su cara es bonita tiene ojos verdes. Por otra parte mi padre trabajaba de noche y sólo descansaba los domingos, así que estábamos solos y lo curioso que me aviso que se iba a bañar y entro así cuarto a tomar su ropa y se demoro unos 15 minutos y salió pero no la vi que llevara su ropa y se metió a bañar y me aviso que la puerta del baño la dejaba abierta por cualquier cosas que pasara y no conforme con ese me pidió que le llevara su jabón y su toalla y me dio pena y se la iba a dejar un lado de la puerta afuera y me dijo que entrara al baño pues ya estaba encuerada. O sea desnuda. Entre y puse la ropa en un banco que teníamos en el baño y iba a salir cuándo me dijo que no saliera pues quería platicar conmigo pues se sentía muy sola y que estaba harta de las salidas de mi padre y que yo cuando tuviera mi esposa no cometiera el mismo error de irme a tomar y dejar sola ami mujer pues tarde o temprano se iba a enamorar de otro hombre fuese quien fuese. Estaba de espalda sólo miraba sus nalgas y unos vellos púbicos que salían de sus piernas y se voltio y me quedé ...
... helado pues vi sus pechos grandes morenos y con un pezón oscuro y sobre todo muy firmes para su edad y una enorme mata de vellos púbicos negros y largos cubriendo su vagina. La verdad estaba perplejo por lo que estaba mirando y de inmediato mi pene se puso duro y su vista se quedó clavada diciéndome que lo que había visto me había gustado mucho y le contesté que la verdad si pues nunca imagine que tuviese tan buenos encantos pues siempre los escondía bajo su ropa holgada y casi nunca mostraba nada y además siempre se cuidaba que yo no le mirará ni las piernas y me respondió que eso se había acabado y lo que estaba mirando era nuestro secreto pues prefería que yo fuese quien la atendiera y no otro cabrón que al rato anduviera diciendo cómo tenía la Concha de peluda. Se puso una falda larga de mezclilla suave con botones al frente sin calzón y una blusa blanca sin mangas y fue así cuarto a dejar su ropa sucia y me llamó para pedirme de favor que le cortara las uñas y abrió las piernas y se levantó un poco la falda y me mostró su Concha peluda y sólo veía y sonreía y mi mano fue subiendo hasta llegar así pierna y fue una sensación maravillosa sentir la firmeza y la suavidad de sus piernas y ella no me decía nada y la subí un poco hasta llegar a tocar sus vellos púbicos y me pidió que me acercara y acaricio mi pene encima de mi short y lo bajo y suavemente comenzó a acariciar mi pene diciéndome que estaba bien armado y con ese tamaño haría feliz a cualquier mujer incluyendo ...