Encuentros con Sofía (Cap. 7 - Un día de la madre diferente)
Fecha: 10/07/2017,
Categorías:
Lesbianas
Autor: andrewotero, Fuente: CuentoRelatos
... la hacía quebrarse y bajar la guardia.
- Creo que se trata de una chica, ¿Verdad?, me dijo casi susurrándome y con voz temblorosa.
- La verdad, si, se trata de una chica. Le contesté, mientras daba vueltas en mi cabeza de cómo llevar la situación.
- ¿Es alguien que conozco? ¿Compañera tuya o hija de alguna conocida mía?, me dijo
- Pues… compañera no es, y si la conoces, le dije, mientras me separaba de ella y ponía mi mano sobre su rodilla, la de su pierna derecha que estaba cruzada por sobre la izquierda, sentirla así, me excitó muchísimo, por un momento, me pareció sentir un pequeño temblor de su cuerpo cuando la toqué.
- Y… ¿quién es ella?, ¿quién se atreve a tenerte así?, me pregunto, mientras ponía su mano sobre la mía, que no se había apartado de su rodilla, seguía mirándome a los ojos.
- Es una mujer muy especial, yo estoy enamorado perdidamente de ella, y creo que ella no se da cuenta de eso, cada día que pasa y la veo me pone peor, porque no puedo gritarle cuanto la amo, lo que daría por ella. Me encanta toda, es toda una mujer, le dije.
- ¿Y por qué no se lo has dicho?, me dijo
- Tengo miedo que se aleje de mí, que no lo entienda y termine odiándome, le dije.
- Pero, ¿por qué te odiaría?, amar no es malo, si no quiere o no puede corresponderte, al menos debería saberlo, y al conversar con ella, sabrías realmente que es lo que sucede. Pero dime, ¿la amas, o la deseas solamente?
- La amo, con todas mis fuerzas, es el amor de mi vida, no ...
... hay mujer como ella en el mundo, e un poco mayor que yo, le dije mientras mis ojos se llenaban de lágrimas y empezaban a caer por mis mejillas. Y s, la deseo, como a nadie, su cuerpo me fascina, su cara me enloquece, sus curvas, su figura son mi perdición.
- Mi vida…., me dijo, mientras secaba mis lágrimas con sus manos, se nota que realmente la amas, pero dime quién es, para poder ayudarte.
Esperé por un momento, mientras la miraba con mis ojos llorosos, y ella con su corazón de madre destrozado por que “alguna mujer” le hiciera daño a su “bebé”, la tenía con las defensas bajas.
- Eres tú, finalmente le dije, mientras seguía mirándola a los ojos.
No dijo palabra alguna, y tampoco retiró sus manos de mi rostro, no podía saber que pasaba por su mente ese instante, qué pensaría de saber que su hijo amado, la amaba y no como hijo, sino como hombre, y que a la vez la deseaba para hacerla suya. ¿Tanto era el amor que le sentía por ella que ya no pudo resistir más y explotó de una vez?
- Pero… Fue lo único que logró salir de sus labios, sus ojos se habían llenado de lágrimas también, y empezaban a caer por sus mejillas y se quedaban por la comisura de sus labios, en este instante, seguro la tenía quebrada internamente, pues seguro se sentía culpable de lo que me pasaba, seguro se daba vueltas en la cabeza de cuando y como empezó todo esto, en que había fallado ella para llegar a esta situación, seguramente se preguntaba.
- Y no es de ahora, ya son varios años que ...