1. HERMANOS SIN TABU CAP 6 (CON MI HERMANA ESTEFY)


    Fecha: 01/03/2018, Categorías: Incesto Autor: Crystal69, Fuente: SexoSinTabues

    ... meciéndose. Dos chicas se estaban dando cariñitos untándose bloqueador, y muchas otras personas tomaban el sol o se daban chapuzones. Estefy, que tenía una manía por observar a los demás, estaba en el cielo, y lo podía ver por su sonrisa de oreja a oreja mientras miraba a todos sin excepción. Sacó su toalla de la bolsa y se recostó a la orilla de la playa, con las piernitas algo separadas y se puso sus lentes de sol. —Todos te están viendo el coño, hermanita. —De eso se trata. Me recosté junto a ella para tomar el sol. Vi que algunos hombres pasaban y le lanzaban miradas lujuriosas a mi hermana, y a mí también, lo cual sólo me incomodaba un poco más, pero con el pasar del tiempo me sentí menos apenada, por lo que también separé un poco mis piernas para que toda mi piel se bronceara. Me puse un poco de protector solar en las tetas y las piernas. Estefy había ido a dar una vuelta, a ver los cuerpos de los demás, porque de eso se trataba una playa nudista, de observar el cuerpo humano en su estado natural. —Hay una pareja cogiendo, ven a ver. —¿De verdad? Seguí a Estefy a un sitio un poco más alejado, entre unas piedras. Efectivamente vimos, escondidos de los demás, a dos novios que follaban. Ella sobre él cabalgaba su polla, y lo mejor de todo es que estaban practicando sexo anal. El ojete de esa mujer debería de estar muy flexible porque el pene del hombre entraba y salía con mucha facilidad. Sus gemidos se escuchaban casi al mismo nivel que la de las olas rompiendo en la ...
    ... orilla. Mi hermanita estaba alucinada, y noté que tenía una mano entre sus piernitas. Yo también estaba excitada viendo como esa polla se hundía en el culo de esa mujer. El sexo anal era maravilloso. Yo era casi adicta a él, puesto que todavía era virgen. Entregar mi vagina era un regalo para el elegido, pero el resto de mis agujeritos no importaban. —Auch —dijo Estefy —. Me intenté meter un dedo por el culo y me dolió. —Mensa. Tienes que lubricarte. Me miró coqueta. —¿Me enseñas? —¿Qué? —me sonrojé —¿aquí? —Sí. ¿por qué no? Sin decir más, Estefy se puso en cuatro y me ofreció una vista panorámica de su trasero. Incluso se abrió las nalgas, permitiéndome ver sus labios estrechos y su anito rosado. Toda mi hermana era un precioso angel, una princesita sexual. Bastó esa imagen de ella para que me calentara a más no poder, y desviando la mirada de la pareja que cogía, me dediqué a darle placer a Estefy. Primero le separé mucho las nalgas, y dejé escapar una gotita de saliva sobre su culito. Luego, lentamente, dándole un beso en sus pompas, deslicé mi dedo anular en su agujerito. Estefy se estremeció. —¿Nunca habías hecho sexo anal? —Nunca… —Entonces te va a doler. —No importa. Sigue, hermana. La pequeña recargó su peso en la arena. Yo escupí un poco más y comencé a meter mi dedo más profundo en su culo. Por dentro, ella ardía. Se sentía tan bien para ella y para mí. Aunque se quejaba de dolor, al poco rato ya estaba encantada, e incluso movía sus caderitas para que mi dedo entrara y ...
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