1. Noche con Eva en la piscina


    Fecha: 01/03/2018, Categorías: Hetero Autor: almogaver92, Fuente: RelatosEróticos

    Tenía la sensación de que aquella noche iba a ser como cualquier otra. Mis amigos me habían convencido para ir a la playa, al parecer había una fiesta. Otra, de hecho, como casi todos los días de verano. Pero no tenía nada mejor que hacer, así que fui. Quién sabe? A lo mejor hasta ligaba, que ya sería hora.
    
    Así que fui con él, y la fiesta se desarrolló como siempre, música, bailoteo pegado con alguna que otra chica que después del calentarme se iba a bailar con otro...
    
    -Qué, te diviertes? -me preguntó mi amigo.
    
    -No está mal -le contesté. Y era cierto, no estaba mal, pero por qué las chicas solo iban bailando y provocando al personal? Por que ninguna terminaba lo que empezaba?
    
    -No te preocupes, le he dicho a Eva y sus amigas que estaríamos aquí, seguro que vienen. -Y guiñándome el ojo, se fue sonriendo. Era un secreto a voces, todo el mundo sabía que me gustaba Eva. De hecho, a quién no le gustaba? Ahh...Eva...Rubia, atlética, ojos azules...Esta chica ocupaba mis pensamientos y mis pajas desde hacía tiempo, pero solo habíamos charlado un poco. A ver si hoy había suerte. Siempre que al final se atreviese a venir, claro.
    
    Seguí a mi aire, bailando y bebiendo, rodeado de gente igual de sudorosa que yo. "Joder, menudo calor hace", pensé. Mientras iba a coger una cerveza helada, una mano me agarró del brazo. Me giré, y ahí estaba!
    
    -Hola! Como estás? -le pregunté a Eva
    
    -Bien, y tu? -contestó con una pregunta. Creo que iba un poco achispada, seguramente venía de ...
    ... otra fiesta.
    
    -Bien también! Te apetece bailar un rato? -Dije haciendo de tripas corazón después de refrescarme el gaznate con un trago de cerveza.
    
    -Claro! Para eso hemos venido, no? -Dijo risueña. Me llevó cerca de la música y empezamos a bailar. Primero normal, como lo harían dos amigos cualesquiera. Pero al cabo de poco, nos acercamos más y mas, y empezamos a rozarnos y a lanzarnos miradas intensas de deseo. Se puso de espaldas a mí, y empezó a fregarse contra mi bragueta, sentí sus nalgas subiendo y bajando en mis partes nobles. Aún estando por encima de la ropa, aquello provocó una reacción en mí. No solo física -mi polla empezó a crecer con el roce-, también interna. Me desinhibí del todo, y pasé mis manos por sus caderas, y las subí lentamente al ritmo de la música. Pasé por sus costados, provocándole un escalofrío, y llegué a los pechos. No los toqué directamente, pero las puntas de mis dedos pasaron justo por su lado. Bajé mi cabeza hacia su cuello y la besé.
    
    Se giró y pasó sus brazos por mi cuello, abrazándome y con una sonrisa pícara en los labios. Me besó, suavemente, de forma dulce en los labios. Aquello para mí, fue demasiado.
    
    -Ven, vamos a tomar un poco el aire, que aquí me estoy agobiando con tanta gente! -le dije con fuerza al oído a causa del volumen de la canción que estaba sonando en aquél instante.
    
    La llevé del brazo y nos alejamos unos metros de la gente. Allí solos, en la playa, a la luz de la luna, con música y risas de fondo, y el sonido ...
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