1. El Cazador - Parte 2


    Fecha: 01/03/2018, Categorías: Gays Autor: johna.2012, Fuente: SexoSinTabues

    ... luego volví la mirada a todos lados―, pero ¿por qué me citaste aquí? Tu cuarto está aún más abajo. ―No iremos a mi cuarto ―dijo y luego me hizo señas para que lo siguiera. Caminamos doblando la esquina y luego por unos minutos más hasta que llegamos a un edificio que tenía un cartel grande en el medio. ―¿Un instituto? ¿Quieres hacerlo aquí? ―pregunté sorprendido. ―Sí ―contestó con una sonrisa―. Tengo que presentar un trabajo en una hora y no me da tiempo para ir hasta mi cuarto y regresar… No te preocupes, conozco el lugar perfecto. Movido por el morbo y las ganas que tenía de sexear, no puse objeción y seguí a Manu dentro del edificio y por unos pasadizos largos, sin quitarle la mirada de encima al par de nalguitas que se movían dentro de sus pantalones jeans. ―Nadie viene a estos baños, están alejados de todos. Nadie nos molestará aquí ―dijo, mientras entrabamos en el baño y nos dirigíamos hacia uno de los cubículos. Apenas vi que estábamos solos, di rienda suelta a todo lo que sentía y me lancé sobre Manu, plantándole un beso que hizo que su cuerpo se sacudiera. Luego mis manos empezaron a recorrer su espalda y luego sus nalguitas, apretándolas y acariciándolas con lujuria. Con mucha torpeza, y sin dejar de besarnos, ambos entramos al cubículo y cerramos como pudimos la puerta, enfrascándonos en un torbellino de besos y caricias que elevó mi excitación más de lo que ya estaba. Manu hizo un gran esfuerzo para liberarse de mis besos y de inmediato se arrodilló frente a mí, ...
    ... luego empezó a restregar su rostro contra mi miembro, oliendo, mordiendo y lamiendo mi pantalón. Entonces con sus expertas manos abrió mi jean y sacó mi miembro, y empezó a restregárselo por el rostro, aspirando su olor, mojando sus mejillas con sus líquidos. ―uhmm como extrañé este rico pene ―suspiró, casi sin aliento ―. Me encanta tu olor a macho ―siguió diciendo y luego se tragó todo mi miembro sin dejar ni un milímetro afuera. Su manera de chuparla era extasiante. Manu era todo un experto, su experiencia lo hacía un increíble mamador y un amante apasionado, es por eso que había continuado viéndolo más de una vez. No había ninguna clase de sentimientos entre nosotros, sólo rico y puro sexo. Manuel me chupó el pene y lamió mis bolas hasta llevarme casi al orgasmo, su habilidad para el sexo era innegable, pero no podía dejar que él hiciera todo el trabajo. ―Mi turno ―anuncié y Manu muy obediente se puso de pie y se volteó, recostándose contra la pared del baño. Sin perder tiempo desabroché su pantalón y de un sólo tirón se lo bajé, junto con su calzoncillo. Sus nalgas eran blancas y duras, y a pesar de no ser grandes y redondas, tenían su encanto y las movía muy bien. Con ambas manos empecé a masajearlas, primero suave y luego más y más duro, como sabía que le gustaba, después empecé a darle mordidas y lamidas, haciendo que Manu tuviera que cubrirse la boca para que sus gemidos no se escucharan fuera del baño. ―Méteme la lengua ―suspiraba―. Métemela ya. Luego de sonreír por ...
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